30 de octubre de 2013

ROMPIENDO EL MONOPOLIO DE LA PRODUCCIÓN: El poder de producir lo que necesitamos, ahora en manos de las comunidades



El título original de este documento es ¡hola mundo este es el futuro! Por: , recuperado de: las dos orillasoctubre 30, 2013

(A través de las impresoras 3D se nos revela la posibilidad de producir todo cuanto necesitamos liberándonos de las férreas cadenas del mercado, pero para lograrlo sería necesario generar circuitos comunitarios de producción).

John Von Neumann imaginaba robots que se autorreplicaran como un mecanismo que hacía viable la explotación del planeta Marte. Su argumento era simple. Si tuviéramos una sola máquina su eficiencia determinaría la cantidad de material que puede extraer. Si esta máquina en lugar de extraer material y crear lingotes para enviarlos a la tierra, usara parte del material encontrado para crear una nueva máquina igual a ella misma, se perdería parte de la producción, pero se ganaría una máquina más. Si esta nueva máquina y la original hicieran lo mismo, autorreplicarse, tendríamos rápidamente cuatro máquinas en lugar de una sola. Es fácil inferir que la eficiencia de un sistema de 4, 8, o 16 máquinas así creado sería mucho mayor que la de una sola máquina. Esa es en esencia la promesa de la autorreplicación. La máquina de Von Neumann es una máquina ideal, de esas que solo existen en el mundo de las ideas, pero para sorpresa de muchos ya tenemos algunas de estas ideas concretadas en el mundo real. Incluso hay una acá, a un cuarto de distancia del lugar donde escribo esta columna.
Una impresora 3D es algo muy cercano a una máquina de Von Neumann. Es una impresora de objetos en plástico. Si como lo leen, ahora no se imprimen palabras o imágenes, sino objetos tridimensionales que pueden ser utilizados en el mundo real, desde un pito o una pinza para el cabello, hasta juguetes para armarmecanismos con engranajes y piñoneslámparas o peinillas

26 de octubre de 2013

25 de octubre de 2013

Diez formas económicas de aprovechar la energía solar en casa


energy-diarioecologia.jpgLa energía solar ha estado dando vueltas desde los años ochenta, pero por décadas trabajó bajo la sospecha alimentada por los combustibles fósiles de que se trataba de un cuento de hadas que los liberales ineficaces susurraban en los ashrams los fines de semana. El sol era bueno para el cultivo de plantas, y hacer que un día en la playa fuese más agradable, pero nunca iba a competir con el carbón o el petróleo como fuente de energía. Ahora, una combinación de avances tecnológicos y factores ambientales ha llevado a las fuentes alternativas de combustible a la vanguardia de la conciencia pública, con la energía solar a la cabeza. Ya no es estrictamente una empresa comercial de energía, este tipo de energía puede llevar tu casa prácticamente fuera de la red, y te llevará a un camino más limpio y un tipo de vida mas verde.


10 de octubre de 2013

Lecciones aprendidas del reciclaje

Reproducimos aquí un artículo del Blog HUMANIDAD SOSTENIBLE, de Marìa Luisa Eslava. por considerarlo relevante para el proceso que se lleva a cabo en la Comunidad Ambiental de Los Cedros.

En una entrada anterior vimos la sutil diferencia entre Reciclable y Reciclado. Hoy quiero hablarles sobre mi experiencia y percepción del tema. Hace aproximadamente dos años y medio se reciclan de manera formal y permanente los residuos que generamos en mi hogar. No fue fácil. Hace 10 años me gradué como Ingeniera Ambiental y Sanitaria, he realizado diversos planes para el manejo de residuos a nivel industrial y municipal, he desarrollado metodologías para ayudar a las empresas a detectar donde es posible reducir la generación de residuos e implementar programas para el manejo integral de los mismos, y solo hasta hace dos años y medio logré hacer del reciclaje en hábito en mi hogar.

Parece paradójico, sin embargo, no lo es tanto. Porque a pesar de que mi conocimiento frente al tema pudiera ser un poco mayor que el de otras personas, el paradigma es el mismo. Dicho paradigma radica en tomar acción solo hasta que exista una norma que nos exija llevar a cabo una determinada práctica y por ende a que exista la infraestructura necesaria para realizarla con el mínimo esfuerzo. Cuando nada de esto existe, las excusas son interminables: "es que no hay recolección separada", "¿Quién nos da las bolsas?", “¿Para qué reciclar si todo se va para el relleno?

Lo más curioso de esta situación es que por esas fechas estaba desarrollando una estrategia para que las empresas comenzaran a implementar estrategias voluntarias para el cuidado del medio ambiente más allá de la norma. Y entonces me di cuenta que el viejo refrán de que en "casa de herrero, azadón de palo" era más que cierta.

Entonces me propuse a reciclar aunque no existiera una norma ni una infraestructura formal. En mi casa somos solo tres y sin embargo no fue tan sencillo que todos acogiéramos por consenso la decisión de llevar a cabo esta actividad de manera continua, como tampoco lo fue tener éxito en un adecuado reciclaje. Ahora imagínense poner de acuerdo a una ciudad entera.

El reciclaje en mi hogar se llevó a cabo por prueba y error. Les contaré el primer intento que realizamos y cómo éste nos ayudó a seguir el proceso adecuado a seguir.

Primer intento


1. Separar los residuos: