(Un grupo de jóvenes y dos adultos emprenden la que puede ser su última aventura en esta vida: construyen, a través de la Pedagogía del Caos y la Creáthica una nave para trasladarse a otra dimensión)
-Estos CDs sí los
llevo,
Dijo David antes de pasar por la zona de descontaminación; luego pasaron sus otros compañeros y Olga, la novia de Chano, quien se había sumado recientemente a esa aventurada experiencia. Cada uno denunciaba lo que iba a llevar dentro de la nave después de haber hecho una rigurosa selección de lo más importante en sus vidas, pues el viaje podía no tener regreso.
Habíamos
desarrollado una serie de procesos que probablemente sin saberlo nos estaban
preparando para aquel momento, pero nunca pensamos que todo iba a derivar en
aquella situación. Vivimos los siete unas semanas en una especie de cambuche de
6 mts cuadrados encerrados por un material plástico con una salida o entrada a
manera de túnel que nos proveía del aire suficiente.
-Ya se;
construyamos una nave.
-Si! puede ser
como los micromundos que construimos para los
sueños de Candelaria” agregó Chano.
Los micromundos
eran unas instalaciones a manera de carpas que el Grupo había montado en
parques de La Candelaria y que producían un efecto bastante extraño a la gente
que pasaba por ellos.
-¿Qué hiciste
adentro? Preguntaba uno de los guías a la persona que salía.
-Atravesé
un laberinto. Respondía.
Pero
quedaba aterrado cuando al mirar hacia adentro veía que el espacio estaba
completamente vacío. Toda la sensación de un intrincado laberinto se había
logrado simplemente con dos pequeñas telas que se iban trasladando a medida que
la persona las tocaba para orientarse.
Ya habíamos
experimentado muchas cosas que eran solo simulación o engaño ahora queríamos
avanzar hacia algo más atrevido: tocar o
incluso atravesar el umbral hacia otras realidades de las que habíamos
hablado. No queríamos seguir hablando de posibilidades de romper las leyes de
la física o de viajes en el tiempo, queríamos hacerlo de veras y pensábamos que
era posible lograrlo. Por eso la propuesta de Mario sonó oportuna y nos dimos a
la tarea de diseñar la nave. No sería cualquier nave; sería una nave dimensional, una nave que hiciera parte de
nosotros y que al teletransportarse nos llevara consigo.
Cuando todo el
equipo estuvo dentro de la nave, nos quedamos en la incertidumbre, sin saber
qué hacer. Por supuesto que nosotros la habíamos construido, habíamos utilizado
largos y fuertes tubos de cartón de hasta
tres metros de largo, que habíamos recogido de almacenes de telas, para
darle soporte a todo el andamiaje, esto, luego de demostrar que un simple
pedazo de papel adquiere propiedad de
soporte cuando se le da una forma creativa. Habíamos fijado pasadisos con los
más variados materiales, habíamos diseñado un sistema de iluminación que
debería funcionar con nuestra propia energía… Pero si bien todo eso se veía
ordinario cuando lo estábamos construyendo, ahora que lo apreciábamos con
nuestros trajes “dimensionales” y nuestra decisión de vivir allí hasta el
momento del despegue, a todos se nos hizo una maravilla.
-Qué ocurrió aquí?
Quién vino a terminar esto?
Preguntó Ludy
pensando que la noche anterior habíamos trabajado en ello. Pero nadie tenía la
respuesta. Quizá la nave terminó de construirse sola, o la energía que nos
envolvía en ese momento nos hacía verla de otra manera.
Pasado el asombro
comenzamos a vivir la experiencia de la espera ansiosa, realizando las más
variadas e impredecibles actividades. Todo era posible, pero la única condición
era que no se hiciera nada de lo que normalmente hacíamos en la vida cotidiana,
así que empezaron a aparecer nuevas formas de comunicarnos, de desplazarnos, de
alimentarnos, de hacer nuestras necesidades. Un propósito más o menos claro era
que cada acción tuviera la participación de todo lo que existía al interior de
la nave, así por ejemplo cuando descubrimos una pequeña cucaracha la adoptamos
como compañera para el viaje y empezamos a comportarnos como si fuéramos de su
especie.
-Ya sé lo que está
pensando Marianela, dijo un día Mario refiriéndose a ella. Marianela se quedó
quieta, apuntando a Mario con sus dos antenas mientras todos los demás quedamos
perplejos.
También
alimentamos pulgas y estudiamos y grabamos su comportamiento durante todo el
proceso de la picada. Pero como se reproducían tan rápido llegó el momento en
que no soportamos sus picadas y las invitamos a salir de la nave y se fueron.
Poco a poco nos
fuimos fundiendo con la nave sabiendo que si cada uno de nosotros se diluía, la nave también lo haría y al
compenetrarnos enprenderíamos el viaje probablemente sin desplazarnos; sería un
traslado directo a otra dimensión.
Pero no había
señales de viaje y Camilo fue el primero en desertar. Luego cuando Chano y Olga
manifestaron también su deseo de partir vimos la necesidad de abortar el
experimento. Pero no podíamos simplemente dar por concluída nuestra tarea y
regresar a la normalidad con la sensación de fracaso. Entonces fue David quien
haciendo uso de su dosis de positivismo permanente propuso:
-Llegamos muchachos! ya llegamos a nuestro nuevo destino. Ahora que descendamos van a ver,
hay otra nueva realidad.
Yo sentía que
David lo decía por animarnos, pero como siempre a lo largo de estas experiencias, buscaba aprovechar cada nueva situación
para ponerla de parte del proceso y por eso dije:
-David tiene
razón, Ahora que salgamos vamos a encontrar un mundo distinto. Puede que
inicialmente se parezca al que dejamos pero si lo miramos con otros ojos seguro
que finalmente veremos que es otro. Por favor no se dejen engañar; Las personas
que están afuera no son su familia ni sus amigos aunque lo parezcan, las
calles, las casas y parques no son los de la Candelaria. Hemos llegado a un
nuevo lugar…
-Lugar de
estancia, dijo Johnny en una de sus acostumbradas y cortas sentencias.
Y así fue como
empezó un nuevo ciclo: El descubrimiento de la nueva realidad de la Candelaria
en el Centro de Bogotá pero ese será el tema de otra experiencia de Pedagogía
del Caos.
(En el video: "Pedagogía del Caos 1" minuto 1:50 en adelante aparece la filmación en vivo de algunas de las situaciones que aquí se narran y un fragmento en: Pedagogía del caos, transbordador espacial).
Si le interesa el tema puede hallar otras experiencias en: Serie pedagogía del Caos
(En el video: "Pedagogía del Caos 1" minuto 1:50 en adelante aparece la filmación en vivo de algunas de las situaciones que aquí se narran y un fragmento en: Pedagogía del caos, transbordador espacial).
Si le interesa el tema puede hallar otras experiencias en: Serie pedagogía del Caos
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