15 de mayo de 2013

Humedal de Córdoba un derecho hecho realidad.


Resumen de un proceso en el que una comunidad recupera un bien público y análisis desde las herramientas de la Pedagogía del Caos.

Por Luz María Gómez     Resumido por: JV Rubio
NOTA: Esta experiencia obtuvo premio en la décima versión del Premio Planeta Azul por ser “claro ejemplo de cómo una buena gestión comunitaria logró con ayuda de entidades públicas, recuperar y conservar uno de los humedales más importantes del distrito”.

PERMANECER ES SER PARTE ACTIVA DE LA HISTORIA
Transcurría la vida en el humedal de Córdoba, sin una clara conciencia de su valor por parte de propios y extraños, aunque apreciado desde fuera por la belleza que insinuaba, como pasa tantas veces con la vida cuando, en 1998, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), anunció a la comunidad su proyecto ya contratado “Rehabilitación de las Zonas de Ronda y Zonas de Manejo y Preservación Ambiental del Humedal de Córdoba.” Grandes pplazoletas esquineras con mobiliario y diseño urbano, un árbol aquí, otro más allá, ciclorrutas con una cinta de asfalto y otra de adoquines de casi dos metros de ancho cada una, 1000 luminarias, la adecuación de un gran embalse y la tala de 1040 árboles, muchos de ellos sembrados por la comunidad.

A todas luces, el proyecto no representaba una solución efectiva a los problemas del humedal; la mala calidad de sus aguas aferentes no se resolvía y, por tanto, la reducción progresiva del cuerpo de agua y del área inundable se mantenía, lo mismo que el deterioro de sus estructuras hidráulicas y la pérdida de sus cuerpos lagunares; los desechos sólidos lo seguían invadiendo, lo mismo hacían los depredadores de Fauna y Flora; el impacto del tráfico sobre el humedal no se superaba y, más grave aún, se iba a presentar un incremento significativo de la gente que quería pasear por la ciclorruta en busca de esparcimiento. Dicha carga sobre el ecosistema auguraba un peligroso impacto: gente que pisa, habla, corta flores y roba nidos, interrumpe la dinámica propia de un ecosistema impidiendo, por ejemplo, el apareamiento y el cuidado de los polluelos.

Los vecinos se pusieron en alerta. Para unos era una bendición, claro, los blancos tenis de antes, ahora los Nike, se ensuciarían menos y los ciclistas estaban felices de pensar que podrían recorrer el parque de oriente a occidente, dado que al integrarse con la represa de San Rafael y el río Bogotá, se convertiría en el “Parque lineal más grande de Latinoamérica” ¡Uy!. Ahora seremos importantes, pensaron algunos; el estado físico mejoraría significativamente, tal vez, hasta motociclistas, zorreros y comerciantes lo vieran como una gran oportunidad para participar en la mejora de la economía del país, el TLC estaba ad portas. El humedal en sí importaba poco.

Caminaba recién pensionada todas las mañanas con mi amiga Fabiola Cuéllar por el humedal; habíamos conversado sobre el proyecto de la ciclorruta y, de pronto, se detiene, mira por encima del contaminado canal hacia el humedal cubierto de lodo y plantas invasoras y me dice, acabo de tener una visión. La miro intrigada. Sí, acabo de ver un lago grande y transparente, los patos nadando felices y las aves posadas en las copas de los árboles, cantando a nuestro paso. Dije, ojalá, sea así el resultado de la tarea que nos hemos propuesto y deseé con el alma que su sueño se hiciera realidad.

Durante las mismas caminatas aprendí tai chi chuan con una generosa vecina. Al terminar la sesión, siempre meditaba a la sombra de un pino, un día, ¡oh, sorpresa! El árbol tenía un número, investigué y descubrí que era un INRI, estaba destinado a ser talado para dar paso a la ciclorruta, lo abracé y prometí hacer lo que estuviera a mi alcance para impedirlo.

Pasó el tiempo y poco a poco, en sutil aprendizaje, el humedal, como todo buen maestro enseñó, con amorosa paciencia, la particular naturaleza de cada uno de sus habitantes y la suya propia; que a él es más fácil que le entren materiales a que salgan, por su tendencia a acumular sedimentos: materia orgánica, nutrientes, contaminación, lixiviados, todo, será recibido en su generoso corazón.

 Enseñó, también, que si se le suspenden las entradas de agua fallece y si se le inyecta agua contaminada, envenenada, sus enfermedades no demorarán en expresarse en olorosos síntomas, sus amados hijos, también, morirán.

Fueron más sus lecciones. Un árbol caído, no es sólo para hacer leña o muebles; sirve de alimento y abrigo para insectos y microrganismos ¡Agáchese y mire! Se sorprenderá de sus infinitos ocres mezclados con los casi blancos verdes de sus hongos y los sutiles movimientos de los insectos que le dan nueva vida “La naturaleza es sabia”; Un árbol de pie es dosel y cuna protectora para pichones nativos y migratorios, taller de carpintero, carajo del gavilán maromero que otea el paisaje para descubrir el alimento que corre y venirse en picada, con genética habilidad, para sorprenderlo y asegurar así su subsistencia, eterno juego de la vida, intento vano de los humanos para hacerlo sólo y por sí mismos

La tala de más de mil árboles, excusada en su naturaleza foránea de urapán o eucalipto, como lo determinaba el proyecto, podía haber hecho que hoy, las ciento dieciocho especies de aves avistadas y reconocidas por la ABO, Asociación Bogotana de Ornitología y otros observadores independientes que lo han visitado, no nos pudieran mostrar sus bellos colores y se hubieran tenido que ir con su música a otra parte.

No sería el AICA, Área de Importancia para la Conservación de Aves, reconocimiento que le fue dado por el Instituto de Investigaciones Biológicas Alexander Von Humboldt y BirdLife International, que es hoy. Tampoco podrían recolectar las sesenta unidades de polvo que son capaces de retener los árboles frente a las diez y seis que logra el pasto

Comprendida la lección, los vecinos decidimos convertir en proyecto de vida la defensa del humedal de la intervención que pintaba bonita, pero no resolvía sus verdaderas necesidades,

A diferencia de otros movimientos, ésta no fue una lucha, una pelea cuerpo a cuerpo, esa donde si tu ganas yo pierdo. Queríamos un acto creador, no uno de muerte; un acto que fuera, para los que en libre ejercicio de su autonomía, decidieran participar, ser parte activa del universo que es un humedal, sabíamos que “Todo está conectado con todo, todo va a alguna parte y ninguna opción para mejorar puede resultar gratuita.” El humedal, el gran maestro, lo repetía con cada sonido, color, olor, con cada pringamoza que, al ser tocada en acto de descuido, enseña con dolor el costo de respuesta que el amor lleva implícito

UN VALOR DE OPORTUNIDAD BIEN APROVECHADO
El proyecto ya estaba contratado, casi cuatro mil millones de pesos costaba conectar el humedal de Córdoba al parque lineal; hacer dar marcha atrás, no era fácil; había que concebir una estrategia inteligente, esa donde todos ganan, y así, se  decidió de común acuerdo, el beneficio era claro. No era cosa de defender sólo a los pajaritos, como se dijo por ahí; no hay borrón y cuenta nueva cuando estas señales son ignoradas y no reciben la debida atención. Así lo entendimos los vecinos del humedal y prestamos atención.

Año y medio necesitó el barrio de Niza Sur para organizar su Junta de Acción Comunal, prepararse para afrontar el problema y aprovechar la oportunidad de defender al vecino. Una vez formalizada, se creó el comité ecológico, se consolidó el proyecto ambiental, y con este la defensa del humedal de Córdoba. Vinieron luego asesores, desde la Conejera, el humedal mejor conservado de la ciudad; Myriam Luján, y yo llegamos después, desde Pontevedra, a apoyar el proceso. Vinieron muchos más.

Marco Antonio estuvo tras las oportunidades que brindaba la Academia, la Universidad Nacional fue su aliada, y con ella llegó el Maestro Thomas Van Der Hammen (Q.E.P.D.)  a compartir su sabiduría. Diana y sus binóculos nos hicieron ver más lejos y comprender que hasta la forma de vestir impacta la relación con las aves: el rojo y el amarillo déjelos en el closet; hay que camuflarse de café, de verde, de ocres, decía. Klaus rescataba de los viveros valiosas especies de árboles nativos que esperaban, cual niño de orfanato, ser adoptados y regresar a un hogar maternal; con el tiempo, poco a poco, se constituyó un equipo interdisciplinario, ad honorem, intergénero e intergeneracional de carácter permanente, que hasta el día de hoy subsiste. 

Había que ir juntos por la joya de la corona, el arca, el grial, la defensa del humedal de Córdoba. Y, si tuvimos diferencias, sin lugar a dudas, las superamos. Sabíamos que íbamos  a enfrentar aguas bravas, altas cumbres, el camello iba a ser duro, la disciplina indispensable, pero la teníamos.

“Sólo se defiende lo que se ama y sólo se ama lo que se conoce”, así que, el primer bus que tomamos fue conocer a pie el humedal. Invitamos a los vecinos a acompañarnos, a recorrer sus caminos vírgenes de cemento, a reconocer la huella del andar lento, a disfrutar sus sorpresas, a conocer sus aves acuáticas y de bosque, sus árboles, los espejos de agua, las ranas, los curíes. Algunos iban a reconocer sus problemas, sus puntos críticos, los barrios vecinos, la cuenca aferente, sus límites y los nuestros, lo aceptable y lo inaceptable.

Fuimos varias veces, solos y acompañados; vecinos mayores nos mostraron lo que debimos haber visto si lo hubiéramos pintado hace sesenta años, los que lo conocieron cuando aún se pescaban capitanes en sus aguas. Los niños y las niñas nos mostraron el valor de la sorpresa, los adolescentes y las adolescentes lo que significa pensar en grande. Terminadas las visitas, pintamos en pasado, en presente y en futuro. Pintamos cómo se vería si uniéramos la fuerza de nuestras emociones e inteligencias en su defensa y protección, soñamos el resultado del trabajo que estaba por realizarse, la palabra fue nuestro aliado. Recordamos a Anthony de Mello quien decía que, cuando un ser humano tiene un sueño, el universo se confabula para hacerlo realidad. Decidimos poner a prueba su teoría.

Álvaro Velasco de Fundaminga, nos enseñó cómo cartografiar el territorio desde la emoción y el saber que da conocerlo porque se lo ha recorrido palmo a palmo; Myriam prestó su casa; todos llevamos pasabocas para endulzar las reuniones. El sueño colectivo “La conservación, protección, recuperación y rehabilitación del humedal de Córdoba, nuestro vecino” emergió como ave fénix de una cartulina, pintada por las manos de todos, con los colores de la esperanza, guiadas por la magia de los sueños individuales.

Y de la cartulina surgieron aves volando por la ciudad para venir a buscar refugio y comida entre sus verdes bosques; bandadas de patos migratorios volando en vistosa V, con sus ocres y deseos a cuestas; tinguas azules, tinguas de pico verde, amarillo, rojo, celebrando que la bogotana ya no está en peligro; árboles mayores viviendo hasta cuando los más jóvenes hubieran aprendido qué es la vida y cómo disfrutarla “a lo bien”; el agua transparente dejando ver, en el fondo del vaso, las juguetonas y casi invisibles pulgas de agua; mariposas de todos los colores y libélulas azules mostrando que sólo pueden vivir donde hay salud ambiental; seres humanos caminando lentos como cuando se visita un lugar sagrado y se comprende su esencia.

Había que empezar por el principio, la descontaminación del agua, sin la cual toda intervención sería insuficiente. Un japonés, Masaru Emoto nos enseñó que las ideas y las palabras ayudan al agua a curarse, a recuperar su belleza, somos iguales a ella, aunque distintos, algunos, no lo creyeron posible, nosotros queríamos demostrar que sí.

CIEGA LA LEY AYUDÓ
El bebé nació parado, buena suerte, dicen. En 1971, la comunidad internacional con la Convención de Ramsar, tratado intergubernamental sobre los humedales de importancia internacional, dio el primer paso para reparar, en algo, el daño que les ha causado la humanidad. Nuestra Constitución del 91, La ley 99 de 1993, política ambiental colombiana, es especialmente generosa con la vida. La Declaración de Río de Janeiro de junio de 1992, sobre Medio Ambiente y Desarrollo. El POT, Plan de Ordenamiento Territorial, también puso su granito de arena: declaró el humedal de Córdoba como parte del sistema de Áreas Naturales Protegidas del D.C., el apellido permitió salvarlo; hay niños tan de buenas que eso los salva, al humedal también.

Con tan buenos augurios, la JAC de Niza Sur se le midió al proceso de iniciar una Acción Popular y la buena suerte siguió presente; uno de los vecinos del humedal en Niza, socio de un Bufete de abogados, ofreció sin costo la asesoría necesaria para redactar, interponer y hacer seguimiento a la demanda de Acción Popular, la cual radicó el 27 de noviembre del año 2000 en el Tribunal de Cundinamarca. 

Vecinos, Academia, organizaciones ambientales e Instituciones del Estado, se hicieron parte del proceso. Los profesores Thomas Van Der Hammen  y Gary Styles de la ABO, Asociación Bogotana de Ornitología, aportaron  al proceso de Acción Popular las pruebas necesarias para evaluar desde su sabiduría el impacto del proyecto de la EAAB en el ecosistema; el Comité Proárbol, con su apoyo directo a la acción popular, facilitó el acercamiento con la oficina delegada para el medio ambiente de la Procuraduría General de la Nación y mostró lo que un árbol, un bosque, significan para la vida del humedal; el Concejo de la Ciudad hizo un debate sobre la importancia de la conservación de los humedales; El Consultorio Jurídico de la Universidad del Rosario y la Fundación Amigos del Planeta, coadyuvaron la Acción Popular; la Fundación la Conejera, fue definitiva para comprender lo que se defiende cuando se defiende un humedal. La Red de Humedales de la Sabana de Bogotá, desde todos sus nodos, apoyó el proceso en diferentes espacios y momentos.

Para una audiencia pública en Suba, preparamos una ponencia donde expresamos nuestro compromiso con las generaciones actuales y futuras, reconociendo que la paz, que todos anhelamos para el país, también, se construye con la naturaleza: La bioética debe primar frente a la estética del ladrillo y el cemento. La naturaleza tiene un lenguaje que debe ser comprendido, si queremos seguir existiendo. La conservación de la diversidad de la vida en los humedales debe primar sobre los usos recreacionales. Recuperar y conservar los humedales es asunto de vida, debemos recuperar el legado de la sangre indígena que llevamos en nuestro mestizaje.

Fundamental fue el apoyo de la Dirección de Ecosistemas y de la Oficina de Humedales del Ministerio de Ambiente así como el de la Oficina Delegada para el Medio Ambiente de la Procuraduría General de la Nación, como Ministerio Público, quienes suscribieron, a solicitud de la Magistrada, conceptos técnicos que resultaron favorables para el humedal y su conservación; de igual manera, se hicieron presentes, la Defensoría del Pueblo como garante de los derechos colectivos, apoyando el proceso desde el inicio hasta la elaboración del Plan de Manejo Ambiental (PMA). Todos éstos organismos del Estado fueron solidarios con la causa, al constatar que el proceso estaba basado en argumentos técnicos, científicos y jurídicos y se podía demostrar que las obras en el humedal, desconocían la normatividad ambiental vigente y ponían en riesgo el equilibrio natural y la supervivencia del ecosistema.

El proceso fue rápido; el 27 de julio de 2001 el Tribunal de Cundinamarca falló a favor de la Junta de Acción Comunal de Niza Sur y condenó a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá por desconocer los derechos colectivos citados. El fallo sentenció:

"1.1. ORDÉNASE a la EMPRESA DE ACUEDUCTO Y ALCANTARILLADO DE BOGOTA, no iniciar las obras para la "Rehabilitación de las Zonas de Ronda y Zonas de Manejo y Preservación Ambiental del Humedal de Córdoba",

La EAAB apeló ante el Consejo de Estado y éste lo ratificó en segunda instancia el 20 de septiembre de 2001.

El éxito, como buen maestro que es, fortaleció el aprendizaje; sin embargo, para sostener los resultados logrados y hacer realidad los que faltaban, había que diseñar estrategias que lo hicieran posible, a partir de reconocer el desfase entre lo logrado y lo aún requerido. Queríamos cuidar la identidad del humedal, hacer realidad el sueño pintado.

Poco a poco y durante la marcha, fuimos desarrollando cuatro estrategias que entrelazadas, cual la trama de un canasto, permitieran atender los cuatro ejes de la solución al desfase encontrado entre lo propuesto por el proyecto del Distrito y lo que deseábamos conservar, proteger, recuperar y rehabilitar. Esos ejes fueron: el jurídico, el público administrativo, el técnico ambiental y el socio cultural.

La acción judicial no terminó con la ratificación del Consejo de Estado. Legalmente la EAAB podía recurrir a otras instancias, como efectivamente lo hizo con el aval del DAMA, a realizar una muestra física de lo que sería la obra contratada, la ciclorruta, buscando, tal vez, mostrar a los vecinos cuán equivocados estaban al impedir obra tan importante. Esto provocó eso sí que la JAC de Niza Sur, el 11 de diciembre de 2002, demandara a la EAAB por Desacato al fallo de Acción Popular; las pruebas determinaron que el Tribunal de Cundinamarca la condenara el 21 de marzo de 2003. En la apelación, el Consejo de Estado ratificó el fallo.

Con el cambio de Alcalde Mayor en el año 2005 y el nombramiento de nuevos funcionarios en la EAAB se presentaron las condiciones necesarias para iniciar el proceso de Concertación que se dio inicio oficial 5 de julio de 2005 entre la EAAB y la JAC de Niza Sur.

PARA CREER, VER, OLER, OIR, GUSTAR, SENTIR
Lo primero, entonces, fue ponernos de acuerdo; generar un campo de sincronicidad con la EAAB y los demás participantes. La EAAB tenía a cargo la administración del agua de la ciudad. Conservar, proteger, recuperar y rehabilitar el humedal de Córdoba era también parte de su responsabilidad; esto facilitó la tarea, teníamos algo muy importante en común.

El agua fue el eje principal de la Concertación, había que mejorar la calidad del agua que llega al humedal de Córdoba hasta hacer posible la recuperación de su fauna y flora acuática, aumentar su diversidad y controlar los problemas de salud pública consecuentes a su contaminación. Para garantizar la recuperación, efectiva y eficaz del humedal, era clave descontaminar los colectores de agua lluvia que alimentan su zona pantanosa y las quebradas que le llegan a través de los canales y que en invierno se desbordan hacia el humedal.

Caminamos con los funcionarios del Acueducto los cerros en busca de la quebrada madre que aportara su limpia agua, la encontramos, Santa Bárbara, curioso que su nombre haga referencia a quien representa simbólicamente la resurrección, la inmortalidad, lo que queríamos que ocurriera con el humedal de Córdoba al llevar sus aguas hasta las dos zonas fuente y así potenciar su biodiversidad.

Mediante un sistema de conducción instalado en la estructura del canal Molinos, se trajo hasta el humedal 3 lt/Sg de agua cristalina, el cual se divide en dos ramales, uno que llega al sector dos y el otro al sector tres del humedal. Desde entonces, ingresan al humedal diariamente dos toneladas métricas de agua limpia. El resultado no se hizo esperar, mejoró la calidad del agua en los puntos de llegada, se ha evidenciado menor turbiedad y disminución de sedimentos, aumentó la presencia de invertebrados acuáticos y con ello el alimento de la fauna acuática.

Actividades de grupo,  caminatas,  ejercicios de cartografía social, reuniones informativas, conteos de aves, recolección de basuras, siembra de árboles, infogramas y material de divulgación, talleres de formación, juegos, exposiciones de arte y de trabajos realizados, talleres de cuento y pintura, vincularon todas las edades, géneros y niveles de educación, para lograr que en la práctica mejoraran conceptos, actitudes comportamientos y resultados. Mantener informados y actualizados a los Medios de Comunicación y participar en sus programas y entrevistas respecto de los avances logrados y las circunstancias que ponían en peligro el propósito colectivo, fueron claves como estrategia de cuidado.

Los resultados de las estrategias aplicadas han sido: El proceso mismo de acción popular; la firma del documento de Concertación; el Plan de Manejo Ambiental; la veeduría ciudadana y el seguimiento realizado desde el principio y hasta la fecha, individual y colectivamente sobre el proceso; frenar la intervención con diseño urbano del humedal y lograr que se cambiara por la recuperación de la calidad del agua y la protección de la vida que guarda; consolidar el trabajo de siembra de árboles nativos, iniciado en la ronda del barrio Niza Antigua por sus vecinos, resultados que son motivo de orgullo ciudadano.

Otros resultados fueron consecuencia de los anteriores: el aumento en el número de especies de aves, que pasó de 49 en 1998 a más de 118 en 2005; contar con una mayor diversidad de hábitats para la fauna; una mejor protección para el ecosistema acuático; donde ingresa, el caudal ecológico aumentó la transparencia del agua y se degradaron sus lodos: un microclima que disminuye la temperatura y la evaporación del agua; un aumento de la humedad relativa y la retención de agua lluvia, factores significativos para reducir el calentamiento global. La fiebre se puede controlar, sabemos sus razones.

El cerramiento perimetral del humedal en su límite con la avenida Córdoba es un hecho digno de hacer resaltar, lo mismo el haber logrado que el humedal contara con administraciones idóneas,

Después de 10 años de proceso, incluido el jurídico, se ha mejorado la visión de humedal y creado valores consecuentes a su necesidad y naturaleza. Se cambia  el cemento, el adoquín, la tala de árboles, la ciclorruta y la contaminación del agua por soluciones más efectivas y eficaces, de calidad, en relación con la conservación, protección y rehabilitación del humedal, soluciones más respetuosas con la vida.

La educación ambiental, también, ha tenido su espacio, la administración del humedal se hizo cargo, en buena parte, de esta tarea, sin causarle sobrecarga al sistema por parte de quienes lo visitan, dada la regulación mantenida. Las personas que guían las visitas, enseñan sobre lo que es el humedal, sus características y la forma como puede cuidarse y protegerse. Es emocionante ver la alegría de los niños y las niñas que lo visitan y descubren, a la vuelta de la esquina de sus casas, tanta riqueza, tanta belleza.

Se ha  incrementado la recreación pasiva y la comunidad, de manera voluntaria, ejerce el control de la recreación activa que, en ocasiones, se intenta realizar. Los ejercicios de recolección de basuras al interior del humedal se hacen cada vez más innecesarios

La Policía Nacional, ahora organizada por cuadrantes, ha mejorado sin lugar a dudas su participación en el cuidado y vigilancia del humedal y ha logrado modificar, en cierta medida, la percepción de inseguridad que se tenía respecto del ecosistema.

Quienes lo visitan con frecuencia o quienes lo hacen ocasionalmente, dejan sentir al observador, que están ingresando al ecosistema como si entraran a territorio sagrado. Los espíritus de nuestros antepasados muiscas deben estar sintiendo un gran alivio, el humedal también, tal vez por eso el concierto que ofrecen sus sonidos permiten recrear los sentidos y fortalecer la comunicación con el visitante para hacerlo sentir parte constitutiva del ecosistema.

ORGANIZACIÓN, EL SECRETO
El proceso de defensa del Humedal de Córdoba, es un modelo de participación ciudadana que ha logrado demostrar cómo, con perseverancia, solidaridad, inteligencia colectiva y un propósito común claro y explícito, se puede hacer realidad el mandato Constitucional sobre el valor que tienen los derechos colectivos para proteger la vida, lo fundamental.

Crear sinergia positiva que atienda las necesidades sentidas por todos, requiere organización, saber hacerlo, no es tarea fácil. Tejer organización es una labor del pensamiento de muchos que, como hilos de colores, plasman con cada unión una trama que, poco a poco, en cada vuelta, con cada conversa, le va dando sentido al trabajo realizado en conjunto.

Fuimos, como la araña, tejiendo la red, lentos, pero seguros de que cada hilo quedara bien anudado y centrado. El diseño dependía de los resultados de las acciones. Sabíamos lo que queríamos. Aprendimos tejiendo, nos hacemos cocineros cocinando.

Implícita o explícitamente aprendimos que en la red cada nodo, persona o grupo, detenta, cumple, una función, inevitablemente imbricada con todas las demás, para permitir el cumplimiento de la Misión y la consolidación de la Visión colectiva acordada. Concretarlas, se impone reconocer que todas las funciones son importantes y no se depende de un líder central; en ese sentido, no existen relaciones jerárquicas sino acción o acciones que al ser realizadas de manera eficiente y eficaz, favorecen cumplir con la función y a su vez contribuir a concretar el “Bien Común”. El nodo o persona que tenga la mejor disposición o habilidad para comandar la acción o las acciones necesarias en un momento dado, como en el caso de las bandadas de aves, asumirá el respectivo rol, el cual puede ser asumido por otro nodo, nodos o personas, cuando las condiciones así lo requieran.

Esta fue, tal vez, la tarea más difícil de sostener por la falta de experiencia cultural al respecto. La sociedad sobrevalora a los caudillos, a los líderes. Siempre nos preguntaban lo mismo ¿Y quién es el líder? Ninguno, contestábamos. No  podían creer que una organización pudiera existir sin liderazgos expresos. No los necesitamos, todos y todas sabemos lo que hay que hacer, porque queremos lo mismo. Queríamos promover un cambio cultural: valorar, como hace la vida, la solidaridad creativa, la que ha permitido la evolución, la co-evolución. Queríamos una acción colectiva virtuosa, coherente con la causa de la vida.

Factor esencial del trabajo en red es que la carencia de recursos económicos no detenga la acción. El trueque, el trabajo ad hoc y ad honorem, fueron elementos esenciales para el éxito del proyecto, siempre pobre en recursos. Un proyecto como el del Humedal de Córdoba, hubiera sido prácticamente imposible sin las condiciones anteriores y si esas mismas condiciones no hubieran llevado a conseguir que las instituciones responsables de cumplir la función que les ha sido encomendada por el Estado al respecto, presupuestaran e hicieran el gasto necesario para desarrollar los proyectos que el humedal requería para su protección, conservación, recuperación y rehabilitación.

Comprobamos que la inteligencia colectiva es siempre mayor que la individual. Entre más miembros conformen una red, mayor es la inteligencia disponible para aprovechar oportunidades y controlar amenazas; responder ante la incertidumbre.

Las redes que son tejidas como los nidos de los pájaros, acunan la vida, las que son tejidas como telas de araña aseguran el sustento, las mochilas conservan lo contenido, la sabiduría. Los resultados aquí expuestos son producto del tejido realizado con y por el territorio, son efecto de la amorosa trama de relaciones que acuna, asegura, conserva y protege lo bien amado. La vida sabe de solidaridad, de colaboración, es su esencia, ella es sabia, ella enseña, los seres humanos somos seres vivos, luego somos capaces de solidaridad, de cooperación. Con el proceso de protección, conservación y restauración del Humedal de Córdoba queda demostrado que lo somos. Hicimos del derecho colectivo una realidad.

ANÁLISIS DEL PROCESO DESDE LAS HERRAMIENTAS DE LA PEDAGOÍA DEL CAOS
EL HUMEDAL ESTABA MURIENDO Y LA CIUDAD LO HABÍA CONDENADO: ¿QUÉ FUE LO QUE HIZO POSIBLE QUE REVIVIERA?
Emprender una acción para salvar el humedal de su propia descomposición y del Proyecto de parque en que lo convertirían era a todas luces una aventura absolutamente temeraria y condenada al fracaso.
¿Entonces cómo se logró lo imposible?
En el texto que sigue se hace una lectura del proceso llevado a cabo en la defensa y recuperación del humedal, mostrando cómo al conjugar armoniosamente una serie de estrategias que coinciden con las herramientas de la Pedagogía del caos, se imprime un poder incontenible que logra que el proceso resulte exitoso. Para no alargar la explicación, solamente se van a mencionar las herramientas pero se puede tener una reseña de ellas visitando el texto: Herramientas de la pedagogía del caos en: www.pedagogiadelcaos.com 
AUTOCONSISTENCIA (Visibilización, Participación)
Al principio de la experiencia existía un desbalance tremendo entre pocas personas dispuestas a defender el humedal y una poderosa Empresa del Estado con todas las herramientas para sacar adelante el proyecto. Pero a través del relato se puede ver claramente cómo van apareciendo personas, instituciones oficiales y privadas, leyes, aves, Universidades, agua, árboles, sentidos, paisaje, documentos… un sinfín de actores, factores y elementos que poco a poco se van ensamblando en el proceso, co-creando una nueva situación donde unos elementos sirven de sostén e impulso a los otros en una especie de concierto donde todos los instrumentos participan aportando cada uno su sonido particular.
La Autoconsistencia, como unión participativa de todos los elementos presentes en un sistema o contexto (que puede extenderse como en este caso hasta leyes internacionales y aves de otros continentes), se va convirtiendo, a medida que crece, en una herramienta tan poderosa que incluso puede llegar a incorporar al elemento que inicialmente aparecía como un gigante; en este caso la Empresa de Acueducto de Bogotá.
Pero para utilizar todo el potencial de la Autoconsistencia, en la experiencia del humedal recurrieron también a la Visibilización: “Solo se defiende lo que se ama y solo se ama lo que se conoce”
La visibilización se hace necesaria para visibilizar millones de elementos intangibles que casi nunca se contemplan en un proceso. Indaga no solo sobre lo presente sino el pasado e incluso el futuro; por eso recupera tanto la memoria del territorio como las dinámicas que dibujan su futuro. En el caso del humedal el instrumento que usaron para lograrlo fue la Poligrafía social.
AUTOORGANIZACIÓN y DINAMIZACIÓN
Unimos aquí dos herramientas porque en la experiencia del humedal están muy ligadas, pues los y las dinamizadoras actuaron todo el tiempo generando procesos de Autoorganización.
Contrariamente  a lo que parece, frente a líderes y caudillos, tanto el poder de personas como de grupos y procesos se amplifica cuando está distribuido. Si todo el peso de las responsabilidades y decisiones recae sobre una persona o un grupo pequeño, estos en cualquier momento pueden romperse o venderse por dinero o por presiones. Pero cuando las acciones, tareas, decisiones… dependen de muchos más, parece que creciera con toda la energía que le incorpora cada uno.  En la experiencia del humedal esta ha sido una de sus grandes fortalezas; Supieron distribuir, alternar, dejar el proceso en manos de quienes correspondía en el momento y lugar; no hubo líderes definitivos los actores aparecían en su momento y eran de todo tipo: biofísico, humano, ambiental, legal…
AUTOPOIESIS
Esta no es una herramienta muy común en la mayoría de procesos sociales, pues la autopoiesis es una característica específica de los procesos biológicos: los seres vivos se autoproducen a partir de la autoproducción de sus células. Esta es la esencia de la vida. En el caso del humedal hay un sustrato biológico que si bien ha sido interrumpido en sus ciclos, a través de la acción de la organización de vecinos recupera su dinámica. Y esta es quizá la mayor fortaleza de la experiencia: Contaban con una fábrica milenaria que se movía por sí misma. La tarea humana era reconectar el ciclo que se había suspendido y esto lo lograron.
Pero el acto de autoproducirse, que procede de fuerzas que se desencadenan desde el interior del sistema, es también un acto de cognición.  O sea que un organismo a medida que se produce, vive; a medida que vive, conoce y a medida que conoce, aprende; esta parece ser la historia del proceso del humedal donde no hay personas, leyes e instituciones que se mueven por aquí y agua, plantas y animales que van por otro lado. Todos se mueven, viven, conocen y aprenden en perfecta sincronía.
CAOS Y DESORDENAMIENTO. (La Perturbación)
Otras dos herramientas que en el caso del humedal aparecen juntas.
“Transcurría la vida en el humedal de Córdoba…“ Así se inicia la descripción de la experiencia. Todo parecía normal: vecinos, plantas, animales, agua, atrapados en la cotidianidad sin caer en cuenta de que se mueven en el peligroso equilibrio de la muerte del humedal.
Pero de pronto ocurre algo que trastorna la normalidad: El anuncio de un Proyecto que convertiría el humedal en un parque recreativo. Esta perturbación ocasiona diferentes reacciones que generan un cierto caos porque dispara algunos grados de libertad en unas personas que asumen el asunto como una misión para su vida. Son estas personas las que se vuelven “desordenadoras” de la visión, actitud y comportamiento que se tenía frente al humedal y del Proyecto que se avecina.
Si no se hubiera presentado el proyecto del Acueducto es probable que el humedal continuara su declive. Entonces el Proyecto adquiere el poder del desordenador que en este caso no genera un Caos intenso pero si produce una reacción en algunos miembros de la comunidad que se convierten en una de las subherramientas del Caos: la INFLUENCIA SUTIL. Allí comenzó a aletear la mariposa que junto con el sueño de Fabiola produciría años más tarde la tormenta de la conciliación amparada en la ley.
CONFIGURACIÓN
Configurar es dibujar conjuntamente un sueño y esto se hizo de manera clara y contundente en el proceso del humedal y fue tan delineada la imagen colectiva de ese sueño que el resultado parece un espejo del original: “El sueño colectivo: La conservación, protección, recuperación y rehabilitación del humedal de Córdoba, nuestro vecino” emergió como ave fénix de una cartulina, pintada por las manos de todos, con los colores de la esperanza, guiadas por la magia de los sueños individuales”.
FLUJICIDAD
La experiencia del humedal manejó flujos de información a todos los niveles y de una manera pertinente: Fluía la información hacia las Instituciones, hacia los medios, hacia la comunidad y de ellos regresaba convertida en energía. Brotaba del humedal a través de sonidos, de colores, de misterio. Flujos de todo tipo hasta llegar la corriente de agua permanente,
Fluyó la ley desde todos los rincones de los códigos y fluyeron las ideas y las técnicas para devolver la vida al humedal. En fin, si hay algo que se hizo muy bien fue el destaponar los canales, desenredar los nudos que habían bloqueado la corriente de flujos del humedal a su interior y en su relación con los humanos.
GENERADORES
Los elementos o situaciones que  pueden generar acciones o reacciones no son la mayoría de las veces evidentes; son efímeros y pueden estar ocultos o invisibles. Hay que estar alerta, atentos para hallarlos: Un número en un árbol puede ser su sentencia de muerte; polvo en su follaje no es mugre, es captura de contaminación;  Sangrado, vómito, dolor y fiebre, son señales de vida, aprender a comprenderlas y respetarlas es asunto de vida o muerte. No hay borrón y cuenta nueva cuando estas señales son ignoradas y no reciben la debida atención; así lo entendimos los vecinos del humedal y este gran maestro lo repetía con cada sonido, color, olor, con cada pringamoza que, al ser tocada en acto de descuido, enseña con dolor el costo de respuesta que el amor lleva implícito”.
INCERTIDUMBRE (Navegando en Estado de alerta)
Esta historia nació de interrogantes ¿Qué hacemos frente a este proyecto? ¿Será que se puede corregir cuando ya está contratado? ¿Vale la pena meterse en problemas? ¿Si nos oponemos será que después, alguien de la comunidad puede aspirar a desarrollar algún contrato con el Distrito? ¿Puede la gente organizarse alrededor de un bien identificado y aceptado como común y obtener resultados? ¿Es muy difícil? ¿Cómo se construye “común-unidad”? ¿Qué es el bien común, por qué es importante pensar en él?
A estas y muchas otras preguntas se enfrentaron los diferentes equipos que actuaron en este proceso. Se nota lo incierto del camino, los miles de tropiezos, las dudas, las reflexiones… lo único que aparece siempre claro aunque no seguro es su sueño. Por eso debieron “derivar en estado de alerta” por los sinuosos caminos de las leyes, de las tecnologías de recuperación del humedal, de la organización comunitaria.
La incertidumbre los hizo flexibles y por eso no se plantaron en una contradicción entre el blanco y el negro esto les permitió mantenerse en una actitud amable y conciliadora teniendo presente que la verdad no necesariamente estaba de su parte sino que era el resultado de un proceso y este fue la conciliación.
MINI-COMPLEJIDAD
El equipo más conformado y que aparece hasta el final, es el grupo interdisciplinario. Este grupo establece una relación simbiótica con el humedal. Podríamos decir que crece con él, vive a medida que el humedal revive no solo en su masa biofísica sino en su contexto simbólico, social, legal.
El humedal adquiere un borde como medida de protección, así aparece la membrana que si bien le da identidad, le permite un intercambio con el medio: “La 127 y Boyacá, por cuanto, en estos puntos, se genera la mayor parte de los impactos negativos de la ciudad hacia el ecosistema. El cerramiento se debe apoyar en un programa de administración y vigilancia permanente para el humedal, dada su condición de Área Natural Protegida. El  cerramiento no implica no permitir el uso público, aunque si se protegerán del mismo”.
“Las redes que son tejidas como los nidos de los pájaros, acunan la vida, las que son tejidas como telas de araña aseguran el sustento, las mochilas conservan lo contenido, la sabiduría”.
Cuidar la integridad del humedal es cuidar su individualidad, unidad y coherencia.
Si no hubiera existido ese grupo de amig@s compenetrados con los seres del humedal y con el humedal como extensión de sí mismos, probablemente sus esfuerzos no hubieran sobrevivido.
REGULADORES
En ese caos de ires y venires, leyes y reposiciones, incluso reacciones airadas de una parte de la comunidad que defendía el proyecto original, va apareciendo la magia de los reguladores con su forma de atractor: La forma de vestir o camuflarse, destacar la falta de atención a la contaminación del agua y su impacto ambiental en la salud pública y en la biodiversidad, factores que a todo vecino, opositor o aliado del proceso jurídico, siempre le pareció lo más importante de solucionar; El agua como eje principal de la Concertación, el control de los vecinos sobre la recreación activa, la vigilancia de la policía del cuadrante etc, todas circunstancias que van abriendo caminos a la Autoorganización y la emergencia de nuevos órdenes.
REORDENANTES
Son nuevos estados que mantienen el sistema al borde del caos, en no-equilibrio, en creatividad.
Los hemos llamado Reordenantes en una referencia clara al científico David Bohm en su obra "La totalidad y el orden implicado"[1]. Allí no se separan sujeto, objeto y entorno sino que se construyen como una sola realidad, esto exige una forma de lenguaje diferente que crea nuevos verbos sin sujetos; la acción se desenvuelve en un espacio- tiempo unificado que trasciende a otra dimensión.
En el proceso del Humedal se diseña en convenio un nuevo orden a través de un plan de acción concertado. Uno de los elementos sine qua non es la corriente de agua que debe realimentar permanentemente el humedal. Así este no queda como un sistema cerrado sino abierto al alimento del agua pura de la montaña.
Y así va emergiendo “un microclima que disminuye la temperatura y la evaporación del agua; un aumento de la humedad relativa y la retención de agua lluvia, factores significativos para reducir el calentamiento global. La fiebre se puede controlar, sabemos sus razones”.
Pero además hay una corriente de visitantes, aves y humanos que comparten el espacio cada uno en lo suyo: el descanso para sus alas y para su cuerpo y el alimento para su espíritu.
El Reordenamiento que se ha dado el humedal es una emergencia en permanente movimiento; una semilla que no solo fructifica diariamente en los seres que lo habitan o lo visitan sino también en los procesos que por Resonancia empiezan a despertar.



[1] Particularmente el Capítulo 2º: El Reomodo.




1 comentario:

  1. Estaba hoy buscando información sobre la memoria ancestral del humedal de Córdoba, y me encontré con este blog y este escrito, el cual decidí leer.
    Me gusto, reconozco mucho de lo que en el se encuentra escrito y solo me resta felicitar a la comunidad que se unió para rescatar y proteger este lugar sagrado y a usted por trasmitir esta historia a través de tan buen escrito.

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