5 de enero de 2011

Principios para una nueva educación a partir de la Creathica y la Pedagogía del Caos.

Por: JV Rubio, Lic. en Educación y Filosofía, Mg en Desarrollo Educativo y social. Estudiante de Doctorado en Educación.
jvrubio@hotmail.com www.jvrubio.blogspot.com

Nota: El presente texto es el prólogo hecho por el autor, al libro De viajes, viajeros y laberintos, Innovaciones educativas y culturas contemporáneas. Del Sociólogo colombiano: Juan Francisco Aguilar.
En una experiencia de innovación sobre creatividad realizada en 1989 en la Normal Distrital, en Bogotá, una chica del curso 604 presentó un cuento del cual extraigo la última parte:

 ... y mostrando las líneas y grietas que había en una de las paredes de su celda, la hechicera preguntó:
— Carcelero ¿qué le hace falta a este barco?
— La quilla, respondió el carcelero.
Y después de dibujar la quilla volvió a interrogarle...
— La Proa, replicó el carcelero.
Y la hechicera seguía dibujando, y cuando ya el dibujo parecía terminado, ante su última pregunta el carcelero respondió:
— Sólo le falta navegar.
Y en ese instante, la hechicera se montó en el barco y huyó navegando por las sinuosas paredes de la celda.

Algún tiempo después me enteré de que el cuento no era de aquella chica pero al indagarle me reafirmó su autoría y tenía buenas razones para hacerlo: otros relatos iguales o aún superiores en imaginación, algunos de ellos escritos en...
mi presencia.

Pero en fin, como los cuentos no eran reales (o al menos eso pensaba en aquella época), pues poco importaba que fueran de pura verdad sus autores; sólo me preocupó años más tarde, fue cuando empecé a aproximarme al caos y a las complejidades, y a conocer o hallar pautas presentes en multiplicidad de fenómenos y en particular cuándo detecté que unos elementos aparentemente no reales, al juntarse con otros, armaban una especie de detonante que permitía pasar a un nuevo nivel de realidad; esto me sacudió nuevamente como ocurrió aquella tarde cuando "vi" huir a la hechicera navegando por los intersticios de las paredes de su celda.

Hoy, al "dibujar" unas líneas sobre este texto de Juan Francisco Aguilar, creo que su título y su contenido pueden hallar un paralelo casi vivo con esta especie de alegoría, metáfora o parábola de la hechicera porque en esta otra historia también hay VIAJEROS (Chamanes o brujos en papel de innovadores), VIAJES (porque las innovaciones deben abrirse a mundos nuevos como las culturas juveniles), y LABERINTOS, que son la vida misma pero bajo el signo de los cambios culturales contemporáneos.

Para estar preparados para leer las páginas de este libro debemos saber que está escrito por una persona que ha venido haciendo una larga exploración por el mundo de las innovaciones, y que encuentra que todos los cambios en la Escuela son demasiado escolares; la pedagogía parece atrapada en temas como el currículo, el aprendizaje, la didáctica, etc.

Al buscar salidas a este bloqueo epistemológico que impide reales transformaciones en la educación, el autor halla claves fundamentales en los cambios culturales contemporáneos y en particular en las culturas juveniles; es decir, si no vemos la Escuela desde el orden cultural es poco lo que podemos hacer para transformarla.

No he querido decir que la pedagogía sea una cárcel y la Escuela una celda. Creo que aquí hay algo más profundo: al detectar que el discurso y la acción innovadora no pueden salir de temas y prácticas recurrentes, se están evidenciando al menos dos problemas fundamentales:

1) que todo el edificio pedagógico está atrapado en un paradigma, que ya no va más con la nueva época, y

2) (lo que parece ser más grave), que los mecanismos ad hoc especializados en la transformación de un sistema, como son las innovaciones, participan también, y fuertemente, de esa dependencia y no tienen la energía suficiente para salir de ese círculo conceptual.

El esfuerzo del autor se centra entonces en buscar en los cambios contemporáneos, en las culturas juveniles, en las experiencias innovadoras y en las investigaciones e interpretaciones que se hacen sobre ellas, la fuerza que haga posible que las innovaciones y en general las conceptualizaciones y experiencias de cambio educativo logren romper la atracción de ese vórtice paradigmático, para poder jalonar a la escuela y en general a todo el complejo educativo y pedagógico hacia las entrañas del nuevo siglo.

Considero que en este trabajo Aguilar logra decantar lo que podrían ser algunas bases o principios epistemológicos y sociológicos sobre los cuales se debería intentar una reformulación de la teoría sobre las innovaciones educativas, que permita a estas adecuarse a los cambios de la época y aun más, ser vanguardia y dinamización en las transformaciones de la cultura.

Tratemos de develar algunos de esos principios que de alguna manera están presentes en el texto. Sin embargo, para hallarlos y presentarlos de forma que facilite la imaginación y ojalá la movilización de las ideas, les propongo que, continuando con la historia de la hechicera, desentrañemos lo que hay en el fondo de ese cuento y del cuento de este libro, así para comprenderlos y sentirlos nos toque ponerlos ambos al revés. ¿O qué otra forma tenemos los habitantes de este siglo que agoniza con nosotros para enfrentarnos a las nuevas lógicas del próximo milenio?

1. QUE EL MAPA SEA MAYOR QUE EL TERRITORIO.
(Principio de diversidad y fractalidad).

Si nos propusiéramos hacer la cartografía más completa posible de nuestro espacio educativo, seguramente el resultado sería un territorio aun bastante reducido. Hoy día ya no parece adecuado ni útil hacer indagaciones e inventarios a partir de lo que somos y tenemos, porque dependemos en gran medida de la cosmovisión escolar en que nos hemos movido.

Para traspasar ese límite y comenzar a pensar, sentir y hacer de otras maneras habría que romper la fina tela que nos separa del gran mundo global y esto pasa por lograr una construcción virtual dentro de nuestro propio mundo.

¿Cómo escapó la hechicera? Montando en su barco, nos responde la niña. Pero ¿cómo habían sido construidos el barco y las vías de navegación? Imaginemos por un momento lo que hubiera visto el carcelero si hubiera aplicado a la celda otro tipo de mirada: quizás sus ojos se hubieran hundido en una formidable cascada de superposiciones de efecto túnel y en medio de la celda tal vez hubiera visto un hologramático barco a punto de zarpar.

No estamos hablando de algo fantástico; Ya no es extraño para nosotros "entrar" en una figura de dos dimensiones y descubrir allí un hermoso paisaje tridimensional (¿ha hecho Ud. la prueba?). Más aún. sabemos que los extraordinarios mundos de la teoría de los fractales son producto de una ecuación matemática bastante simple y sin embargo han conducido a formas que han logrado adquirir consistencia física.

El recurso que nos queda para salir de esa pequeña celda mental en la que nos ha constreñido el viejo paradigma escolar es doble: utilizar todos los recursos de la época que se cuelen por entre las paredes y las ventanas de la escuela y empezar o continuar una construcción virtual que nos permita abrirnos a nuevas realidades.

2. QUE DESDE EL INTERIOR DEL TREN SE PUEDAN VER TODOS LOS VAGONES. (Principio de inclusión)
¿Es posible ver desde adentro lo que se ve por fuera?

Este ha sido quizá uno de los grandes interrogantes de los sistemas formales pero hoy ha venido en su ayuda la teoría de los sistemas observantes: Es posible volver sobre uno mismo, pero desde un metanivel; ser capaz de distanciarse permaneciendo adentro.

Otro hecho que no contó nuestra historia es que la hechicera había medido perfectamente y desde afuera las dimensiones de su celda. Había observado una a una todas las demás celdas de su cárcel y en el momento de su fuga su celda era mayor que toda la extensión del edificio. ¿Cómo se produjo tal fenómeno?

Si Ud. dibuja un rectángulo y dentro de él dos líneas verticales, queda en su interior un cuadrado o un rectángulo más grande o más pequeño. Ahora corra las dos líneas de la nueva figura hacia los lados hasta superponerlas con los extremos del rectángulo original. ¿Qué ha ocurrido? Aparentemente nada pero desde una mirada más aguda hemos asistido a un fenómeno interesante: Una parte del todo, se ha transformado en el todo. Empiece a cerrar de nuevo las líneas pero moviendo ahora las que eran lados del rectángulo: Nos enfrentamos a una paradoja: Ahora la parte es mayor que el todo.

Ejercicios como el anterior no son tampoco trucos imaginarios; de hecho llevaron a la construcción de una de las ciencias base de las maquinas inteligentes del futuro: la lógica borrosa. ¿No podríamos suponer que la hechicera logró una involución de toda la prisión en su celda y luego escapó por la grieta que se abrió en una especie de espiral eruptiva al otro extremo del agujero?

El esfuerzo por abrir la parte al todo y retrotraer el todo a la parte nos puede llevar a sintonizar la Escuela con la cultura y de paso a una acción fundamental: que en la Escuela aparezcan reflejadas las culturas juveniles. Es posible que estemos preocupados por los jóvenes pero es bien difícil que busquemos que todo lo que ellos representan esté presente en la Escuela. Las manifestaciones juveniles son incomodas, casi abochornantes. Pero una clave fundamental en la transformación de la educación es recurrir al mundo extenso de las culturas juveniles que a su vez nos proporcionan un bosquejo del panorama general de la cultura.

3. QUE LA FUERZA DEL MAR NO ESTE EN LAS OLAS SINO EN LAS ARENAS DE LA PLAYA.
(Principio de emergencia y amplificación por fluctuaciones).

Sabemos que un líquido se empieza a derramar normalmente por los bordes del recipiente y que los mayores desprendimientos de los objetos se dan en sus extremos; Pero es menos conocido que al someterlos a grandes presiones o temperaturas algunos materiales utilizan ese exceso de energía en intercambio con el medio para auto organizarse y ofrecer a nuestra vista bellas composiciones.

Si la hechicera lo tenía todo dispuesto, ¿por qué no huyó sin consultar al carcelero?. La verdad es que ella sola, no podía escapar. ¿Qué tipo de poder o fuerza tenía entonces la palabra del carcelero, que la bruja, aun con todos sus encantos, no podía concentrar?

Un cambio de paradigma normalmente viene jalonado desde los márgenes, desde los extremos, desde el fino umbral que separa, a la vez que conecta, el adentro y el afuera. Podríamos decir que sin tocar el límite no hay magia posible; así hayamos acumulado todo el poder y el saber, el toque final lo debe dar un elemento relativamente alejado del centro del sistema.

Pero esos elementos, esos bordes pueden proceder del sistema mismo, si facilitamos su emergencia.
Uno de los secretos para aspirar a que nuestra institución vire en algún momento, es haber dejado fluir movimientos, oscilaciones, fluctuaciones que empiecen a desestabilizar nuestro espacio educativo y mental. En uno de esos extremos, quizá por el punto más débil y mas fluctuante podrá de pronto comenzar a desbordarse el sistema escolar en busca de nuevas salidas.

El viraje será creativo al menos por dos razones: Los márgenes no guardan la memoria del centro (al menos no tan bien como para replicarlo); y, de acuerdo con principios de emergencia, criticabilidad y de catástrofe, ya demostrados por la ciencia, al congregarse una masa crítica de fluctuaciones suficiente, el sistema entra en una transición de fase o ruptura que le permite derivar hacia una nueva condición, lo cual en nuestro caso representaría un verdadero cambio educativo.

Aquí de nuevo surge la preocupación por lo incómodo, por lo que empieza a tallar mucho antes de estallar por el tipo y calidad de fluctuaciones que empiecen a brotar como punzadas molestas por los bordes de la institución. Pero si antes el desorden era peligroso, el orden y la quietud hoy son por lo menos sospechosos. Quizá la única forma de navegar por los laberintos cambiantes de la época es aprender a caminar sobre un sismo permanente.

4. QUE LAS JUGADAS SEAN MAS IMPORTANTES QUE LOS JUGADORES. (Principio de constitución del campo relacional)

Cuando los ojos de los grandes físicos contemporáneos han husmeado en las profundidades de la materia y del cosmos, han hallado, contra toda lógica, un inmenso vacío. ¿De qué está hecho y cómo funciona entonces el universo? Ellos suponen que todos los principios de acción emergen de un ente informe al que han denominado CAMPO.

¿Es posible ver las jugadas de un partido sin acaso ver los jugadores? Este es uno de los retos que nos hace la filosofía del futuro. Lo interesante es que con sólo considerarlo posible, el espectáculo se ilumina de nuevos y asombrosos sentidos.

No importa cuán grande sea el arsenal de recursos que manejemos al interior de la Escuela y ni siquiera lo mucho o poco que utilicemos de afuera. Debemos comenzar a poner más interés en todo el juego de relaciones y conexiones que de manera casi natural se van estableciendo; aprender a mirar allí es aprender a establecer contacto con el campo relacional.

Afortunadamente se están haciendo ya esfuerzos en este sentido: Redes educativas y de jóvenes, centros de investigación e innovación que establecen lazos en todas direcciones, programas universitarios transdisciplinarios, y algunas experiencias de cambio que se interconectan. Una acción importante para una innovación consiste entonces en dejarse atravesar por esa red de interacciones. Pero quizá una tarea que está por hacerse es poner un granito de arena para constituir un campo relacional que sea como un tejido de sentido que ligue todos esos programas y proyectos sin importar quiénes ni qué se mueven entre ellos. Así las innovaciones no estarán luchando y muriendo solas desde sus respectivas instituciones.

5. QUE NUESTRA CASA NOS QUEPA ENTRE EL BOLSILLO.
(Principio de levedad y autoconsistencia)

Aunque la levedad haya sido declarada insoportable y aunque aún reclamemos fundamentos y principios y bases sólidas, sabemos que la época nos plantea otro ritmo, otra condición de espacio-tiempo, otro sentido de la gravedad y del piso en que nos movemos.

Estamos entrando en un periodo de nómades y ya nada nos puede garantizar que la casa que compremos sea la misma en la que vamos a pasar los últimos años de nuestra vida.

El barco de la fuga no podía estar hecho del concreto de los muros y menos aún del pesado hierro de las rejas. La hechicera debía ocultarlo de la vista y además hacerlo tan liviano que en cualquier instante pudiera emprender el viaje sin calentar turbinas ni motores.

La Escuela debe hacerse liviana y entrar en un proceso de desmaterialización, pero también nuestras ideas y convicciones deben perder su fuerza y gravedad; de lo contrario es bien probable que quedemos allí plantados para siempre junto con las ruinas de nuestra pesada construcción.

Un ejercicio duro pero poderoso para comenzar es el despojo de nosotros mismos, de lo que poco a poco comprendemos que nos sobra, quizá aun de lo que somos, hacemos, sentimos y pensamos. Si aprendemos a ser y andar livianos podremos avanzar más rápido casi sin movernos y de paso le agregaremos a nuestra institución un motor y no una carga.

6. QUE SE LE GANE A LA RULETA AUN SIN HABERLE APOSTADO.
(Principio de fecundidad del caos y la incertidumbre).

Finalmente, boguemos en la figura que danza al interior del presente libro: un inmenso atractor de doble espiral con forma de alas de mariposa.

Probablemente una de las grandes ideas por las que se habrá de recordar este final de milenio es por el reencuentro de las ciencias naturales y humanas con la poderosa imagen del caos. Tantos siglos habían logrado ocultarlo o rechazarlo hasta que fue imposible negarse a la evidencia. El caos existe y en una proporción y potencial enormemente mayor que la del orden.

A la par con el caos se pretendía también satanizar la incertidumbre; pero afortunadamente hoy día la nueva preocupación es por ponerlos de nuestra parte: aprender a manejarlos.

Si la ciencia nos ha devuelto la fecundidad del Caos, tal vez ahora estemos listos para dilucidar a través de la pedagogía las riquezas del desorden.

Quizá a lo que habíamos estado temiendo (y que tal vez aun nos sobrecoge) no es al caos en sí mismo sino a la manifestación cada vez más acelerada de múltiples ordenes en la Escuela. Pero ¡claro! estábamos acostumbrados a que la institución reflejara y se moviera sobre un único orden.

Tal vez la interpretación que se ha hecho sobre ese simple y corto cuento sea una muestra más de la riqueza de órdenes, de imágenes, de sentidos que, o bien estaban allí presentes o emergieron del contacto con nosotros. Estoy bastante seguro que Ud. tiene ya sus propias imágenes, sus propias versiones y eso lo hace parte de toda esta creación. Basta que ensaye a hacer su propia narración.

En la Escuela pueden estar ocurriendo procesos similares y vale la pena que reconozcamos que la multiplicidad que está aflorando es inclusive producto de nuestro propio quehacer en interacción con ese medio que cada día es más fecundo.

No podemos seguir definiendo por decreto o documentos (llámense PEÍ, currículo o manual del alumno), los órdenes desde nuestra propia visión. Tampoco se deben definir aquellos solamente a partir de consultas superficiales así sea con toda la comunidad educativa.

Los nuevos órdenes, (así se nos aparezcan como un inmenso desorden real o virtual) deben emerger de un proceso múltiple en su origen, caótico en su desarrollo y signados todo el tiempo por la incertidumbre. Las seguridades y las definiciones son signos visibles de que algo oscuro está ocurriendo. Solo por el hecho de ser maestros o personas cercanas al devenir educativo ya estamos envueltos en el juego azaroso de la época y así no apostemos podemos perder o ganar; todo depende ahora de nuestra capacidad de riesgo para lanzarnos a un cambio de mentalidad que nos permita ver, pensar, sentir y hacer la educación de nuevas maneras.

Lo que aquí y en toda la obra se plantea es solamente una de tantas opciones para emprender un cambio educativo de dimensiones globales. En últimas se propone un cambio de visión hacia el presente y una con-figuración creativa hacia el futuro.

Este libro es una historia de la que usted ya hace un rato ha comenzado a hacer parte activa; ojalá que, cuando emerja al otro lado de sus páginas, haya en usted al menos un poquito de hechicera.


Si desea más información teórica sobre Pedagogía del Caos, por favor diríjase a los siguientes documentos: 

Cátedra Candelaria: Una Escuela que navega en la Ciudad (Se describe de manera viva la Experiencia de Cátedra Candelaria donde la Pedagogía del Caos tuvo un gran desarrollo)

CREATHICA Una pedagogía de la Creatividad a partir del desordenamiento. (Aparecen fundamentos teóricos de la Pedagogía del Caos)

La Pedagogía del Caos y las Ciencias de la Complejidad (Se `presentan los problemas comunes que abordan la Pedagogía del Caos y las Ciencias de la Complejidad)

Pedagogía del caos (Escrito en 1993 y publicado en 1995.Se presentan las herramientas que hasta ese momento había construido la Pedagogía del Caos). 

Pedagogía del caos 2013 (Se presentan las herramientas actuales de la Pedagogía del Caos)

Pedagogía del Caos en Colombia (Breve historia del nacimiento y desarrollo de la Pedagogía del caos en Colombia).

PEDAGOGÍA POR PROYECTOS Diseño del currículo desde la Creathica y la Pedagogía del Caos

Sistematización de procesos educativos desde la Creáthica y la Pedagogía del Caos (Se presentan 10 experiencias educativas realizadas en el Colegio La Concordia y su territorio circundante, La Candelaria, en el Centro de Bogotá, en el documento se aplican una a una las herramientas de la Pedagogía del Caos).

Si desea conocer experiencias de la Pedagogía del Caos visite la SERIE PEDAGOGÍA DEL CAOS


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