(Este es el documento fundacional de la Pedagogía del Caos, publicado en 1995. Aquí se sistematizan las Herramientas de la Pedagogía del Caos que aparecieron en una Serie de Experiencias desarrolladas entre 1975 y 1995).
PRESENTACIÓN
Las ideas que se exponen a continuación son fruto
de 20 años de investigación sobre Educación, Potencial Humano y Creatividad en
procesos de Educación Formal y No Formal, con niños y jóvenes cuyas edades han
oscilado entre los 5 y los 24 años[1]. Hemos hallado que
mediante el desordenamiento de nuestras formas de conocer y el desordenamiento
de la realidad que vivimos, se pueden generar múltiples perspectivas de
desarrollo humano[2].
La génesis de estos procesos, así como su
desarrollo, ha dado pie a la formulación de una serie de categorías y
herramientas que conforman el cuerpo teórico de una nueva propuesta Pedagógica
basada en una reconceptualización de la creatividad llamada Pedagogía del Caos.
Esta nueva teoría y práctica de la educación se ha
denominado Pedagogía del Caos debido a factores que la asocian con ambientes y
fenómenos caóticos. Podría llamarse también pedagogía de la Complejidad porque
está diseñada para responder...
... a esta época dentro de la caracterización de complejidad que han hecho grandes pensadores de nuestro tiempo.
Hay al menos tres razones para que expongamos
nuestras ideas y esperamos que alguna de ellas constituya un motivo de lectura
de estas líneas:
1. La Pedagogía del Caos al hacer énfasis en
nuestra forma de conocer, se convierte en una teoría y práctica
interdisciplinaria que toca múltiples campos del conocimiento. No es
coincidencia que muchos de los hallazgos de los que vamos a dar cuenta, tengan
su aproximación con las preocupaciones actuales de numerosas disciplinas campos
y teorías: La física cuántica, las ciencias del caos y las
complejidades, lo más actual de la filosofía de las ciencias, las teorías de
los fractales y de las catástrofes, la lógica borrosa, las teorías del
conocimiento basadas en los desarrollos de la cibernética, la ciencia
cognitiva, la inteligencia artificial, la neurofisiología y en general los
nuevos paradigmas que están surgiendo hoy en las diferentes ciencias y
disciplinas en la perspectiva de los cambios acelerados hacia el siglo XXI.
Son tantas las coincidencias (la mayoría de estas
detectadas a posteriori) que recomendamos la lectura de dos documentos que
presentan abundante bibliografía al respecto:
Creáthica una Pedagogía de la creatividad a partir del desordenamiento (Especie de marco teórico de la Pedagogía del Caos) y Cartografía de la Complejidad.
2. El hecho de que la investigación se haya
realizado en Colombia, en un período de terror y violencia[3], y con niños, niñas y jóvenes
que viven el desconcierto, y el "no futuro", nos ha permitido
explorar estos fenómenos que parecen ser una materia prima fundamental de la
Época.
3. La búsqueda se ha centrado en el potencial
creador del Ser Humano y se ha hallado que hay problemas estructurales que
inhiben nuestras capacidades creativas.
A cualquier persona que investiga y cuyo quehacer
es la construcción de posibles, le interesará saber por qué y cómo se ha puesto
en duda el concepto convencional de creatividad y le será útil conocer una
propuesta que nos deja a las puertas de una nueva concepción y practica de
desarrollo humano.
¿QUÉ ES LA PEDAGOGÍA DEL CAOS?
Es una teoría pedagógica cuyos principios plantean
sistemas educativos muy abiertos, donde la diversidad presente tanto en los
entornos como en los elementos y grupos, tiende a fluir y reflejarse en todas
las dimensiones espacio temporales y de sentido, mediante procesos de mutua
consistencia, que al alejarse de las condiciones normales de equilibrio, y por
tanto del paradigma humano vigente, propician por autorregulación redes de
interpenetración en el conocimiento y en la vida.
La Pedagogía del Caos es una nueva concepción y
práctica de la pedagogía porque parte de nuevas formas de asumir la realidad y
el conocimiento bajo condiciones que se están reuniendo ahora, a finesdel
S XX; en este sentido rompe con los conceptos tradicionales de adquisición de
conocimiento, enseñanza, aprendizaje, autoridad, disciplina, asignaturas,
currículo, programas y evaluación.
Por supuesto también cuestiona y deconstruye la
organización escolar que le daba forma material a todas esas concepciones.
A partir del Caos,
el Desordenamiento y el encuentro con
múltiples Generadores, y a través de
procesos de Flujicidad y Configuración, la Pedagogía del Caos
propicia la formación de Mini
complejidades que en su holomovimiento generan rizos de realimentación que
se Autorregulan, tornándose Reordenantes creadores de nueva
realidades.
Este lenguaje puede sonar extraño, pero cuando
aparece un nuevo sistema -de pensamiento y de vida, en este caso- las palabras
que le daban fuerza al sistema anterior, empiezan a quedar obsoletas;
desaparecen con la concepción y práctica que les daban sustento y se hacen
necesarios nuevos conceptos para entrar y trabajar en ese nuevo mundo de
sentido.
Si bien las categorías y herramientas se van
presentando a manera de proceso de acuerdo con la etapa en la que fueron
apareciendo, o se fueron creando, tanto su lectura como su aplicación pueden
tomar otro orden o perspectiva.
1. MINI
COMPLEJIDADES
(Herramienta de la pedagogía del Caos)
Habiendo definido como simples, desde una mirada
más compleja, tanto los grandes como los pequeños sistemas a través de los
cuales funciona o se manifiesta una institución educativa, y ante la
expectativa de complejificación de uno de ellos, preferimos trabajar con los
sistemas pequeños, es decir, con grupos de jóvenes o con aspectos, propuestas,
actividades o proyectos que no parecían tener mayor trascendencia.
Suponíamos que estos pequeños sistemas al ser
atravesados por fuertes flujos de información y al ser tocados por procesos de
desordenamiento se convertirían poco a poco en pequeñas complejidades.
A estos procesos los denominamos Mini
complejidades (M.C), pues pensábamos que allí, en aquellos pequeños
laboratorios se irían concentrando los rasgos del Caos y de la Complejidad,
abriéndose a perspectivas creadoras.
2.
CONDICIONAMIENTO
Deben existir razones poderosas para que un
elemento tan importante en el desarrollo humano, una riqueza tan entrañable
para el hombre, como es la creatividad no se manifieste, o lo haga en algunas
personas y a un costo demasiado alto.
Apoyados en numerosos autores y en nuestra propia
experiencia podemos afirmar que existe una maquinaria de condicionamiento
genético y sociocultural que nos exige ser homogéneos para poder movernos como
humanos en los juegos de reglas de este mundo biofísico y sobre todo en el
tejido social que ha construido la humanidad.
Derivar, variar allí más de lo permitido, ser más
diferente que la diferencia que puede soportar el sistema para mantenerse, es
casi imposible; a lo sumo se acepta en dosis que sean recuperables, que
funcionen como retroalimentación del sistema mismo, o en campos que no
comporten mucha peligrosidad. Por eso la creatividad ha sido un patrimonio casi
exclusivo de los artistas o de la recreación, la lúdica, o lo estrictamente
privado, o se le ha atribuido a las edades que pueden ser más controlables
(niños y jóvenes) o se admite en seres considerados como "muy
especiales" en quienes se deposita un voto de confianza para que nos
tracen los caminos hacia el futuro (caso de algunos científicos, genios u
hombres notables).
La creatividad está excluida de la mayor parte del
mundo de la vida y a esto contribuye la propaganda sobre el grado de dificultad
que ella requiere, y la vedetización de quienes son considerados sus máximos
exponentes.
En la vida cotidiana y en el hombre o la mujer del
común la creatividad está casi ausente y es allí donde se tornaría más
generadora de alternativas, más fecunda en variaciones y por tanto más
peligrosa para una mecánica social que insiste en funcionar de maneras
predeterminadas.
Nuestra investigación ha abordado este fenómeno
allí donde se hace más difícil y por eso ha asumido la vida diaria de niños,
niñas y jóvenes en un intento por crear ambientes donde aflore su más amplia
dimensión humana.
Una gran dificultad que se encuentra es la presión
que ejerce el sistema de condicionamiento mencionado sobre cada uno de los
jóvenes que comienza a participar de un nuevo proceso. Esa mini complejidad
inicial (grupo o proyecto) puede volverse una camisa de fuerza inhibitoria para
su creatividad, pues tiende a replicar las formas de organización y de
funcionamiento de la sociedad. Es decir, el sistema replica sus formas de
constricción en cualquier fórmula organizativa.
No sabíamos cómo romper esa cadena replicadora
desde arriba y pensamos que desde el interior de cada joven podría liberarse la
energía suficiente para variar esa situación, pero entendimos que el problema
no era solo de falta de conocimiento o de voluntad individual sino que había
que asumir la realidad como un entramado de relaciones donde finalmente todo
era importante.
3.
FLUJICIDAD
(Herramienta de la pedagogía del Caos)
Para que un proceso educativo como los que estamos
trabajando, se mantenga dentro de ciertos márgenes de libertad, o en cierto
modo, para que se autoproduzca permanentemente, hemos hallado necesario que la
información que necesita fluya a través de él, que lo atraviese de tal manera
que a ser posible todos sus elementos sean tocados y conectados o reconectados
por esa información.
Al hablar de información y al hablar de niños,
niñas y jóvenes, estamos hablando de lo que para ellos es o puede tornarse
significativo. Cualquier elemento que pueda ser detectado por ellos (sonidos,
palabras, gestos, emociones, imágenes) se puede convertir en información
importante, pero aún, la ausencia de elementos de cualquier orden en un
momento-espacio determinado, puede convertirse también en información: de
pronto se dan cuenta que algo falta, que algo se detuvo, que algo no se hizo...
y esto puede ser más relevante aún, que lo visible o detectable por sus
sentidos.
Si cada niño, cada joven tiene oportunidad de
acceder a lo que ocurre en el sistema o minicomplejidad del cual está
participando, y si cualquiera de esos sucesos o no sucesos lo conecta con los
otros chicos y con los demás elementos físicos del sistema, es bien probable
que él asuma el proceso o evento como propio, que se sienta parte, actor,
protagonista.
Una buena forma para lograr que el sistema no
constriña los elementos que lo forman es permitir que se filtre toda la
información posible (en todas las formas o no- formas que ella adopte) por el
mayor número de elementos y resquicios de la Minicomplejidad, aunque de esa
forma se ponga en riesgo su permanencia; pero ya conocemos por diversas
ciencias las posibilidades de autorregulación que aparecen en sistemas cuyos
elementos adquieren fuertes grados de autonomía, y más aún, las posibilidades
autoproductivas de sistemas alejados del equilibrio[4].
Facilitar los procesos de flujicidad no es aún
propiciar el evento creativo pero si prepara el ambiente, torna más flexible al
sistema, rompe o inhibe hegemonías, dispara múltiples fuerzas en diferentes
sentidos. La flujicidad induce a un mayor caos, a una mayor complejidad en
términos de aumento de información, de comunicación y de interacciones y por
tanto se da un incremento en la velocidad de los sucesos y de los procesos.
Estas Mini Complejidades se tornan cada vez más
abiertas y cada uno de sus elementos establece con sus entornos nuevos flujos
que retroactúan sobre el sistema produciendo una descomunal actividad en su
interior.
Los flujos penetran tanto al sistema que los
propios elementos de la Mini Complejidad (en este caso los chicos y chicas) se
vuelven flujos que circulan libres en su interior pero también entran y salen
del proceso; se mantiene un horizonte de libertad, tanto para los elementos
como para la Mini complejidad. En este sentido, un grupo puede variar de
integrantes y mantenerse como grupo como proyecto o entidad. Podríamos preguntarnos:
¿Si no aparece ninguna organización clara, si no hay directivos ni liderazgos
definidos, y si existe una información que se torna exponencial a medida que
circula por el sistema, entonces cómo y por qué se mantiene una Mini
Complejidad? ¿Qué es lo que justifica o hace posible su permanencia?
Hemos hallado al menos tres razones a lo largo de
nuestra investigación: Para los niños, niñas y jóvenes, la ausencia de presión,
la posibilidad de espontaneidad, la sensación de libertad, el vacío de
programas o de horarios es algo bastante atractivo. Una de las frases que ha brotado
de nuestra experiencia es: "los jóvenes no tienen horarios ni programas
para sus emociones y sus problemas".
Si lográramos comprender lo que esta frase implica
variarían todas las formas de organización que hemos creado los adultos para
ellos.
Al hallarse un grupo de jóvenes en ese ambiente,
en esa sensación, en esa forma organizativa tan cercana a su forma de ser y de
sentir, es apenas natural que se sientan cómodos y que quieran compartir allí
al menos parte de su tiempo.
En segundo lugar, y esto puede parecer
contradictorio, una M.C. puede mantenerse porque no se ve como necesaria, sí!
porque puede acabarse, desaparecer. O sea que su razón de ser durante un tiempo
es su sin razón.
A los jóvenes les encanta que las cosas comiencen
pero también les gusta que se acaben. Entonces moverse en algo que no va para
alguna parte y además, que se puede acabar en cualquier momento, eso es también
sentirse joven.
Al detectar esa realidad encontramos bastante
relación entre ese hecho de ser joven y uno de los signos de esta época: la
inestabilidad, la incertidumbre, entendidas como algo positivo, interesante,
fecundo. Así nuestra investigación a medida que se conectaba con los jóvenes,
se conectaba con la época. Y a medida que comprendía esta nueva época se
sumergía más en el mundo de los jóvenes.
Al principio nos molestaba la sensación casi de
vértigo cuando un grupo o un proceso estaban por acabarse, en ocasiones ni
siquiera había despegado, o se habían invertido esfuerzos grandes para
dinamizarlo.
Nos preocupaba el retiro de alguno de los jóvenes
(sin comprender aún que como cualquier flujo podía estar de vuelta en cualquier
momento). Y no sabíamos si insistirle o ponerle mejores condiciones descuidando
un poco la Mini complejidad, o volcar nuestra atención sobre ésta para que no
se debilitara con su ausencia.
Fuimos comprendiendo poco a poco que cada elemento
y cada mini complejidad eran parte de una misma dimensión y que podíamos
atender al todo y atender al elemento al tiempo en una especie de
complementariedad. No podíamos ni debíamos sacrificar uno en función del otro.
Surgió una tercera razón para que una Mini
Complejidad se mantuviera: la armonía entre el todo y las partes; una especie
de todo en uno y uno en todo donde ese juego maravilloso de ser uno mismo y a
la vez ser grupo o proyecto sin ser más ni menos que la mini complejidad nos
recordó la representación de un holograma: la Mini Complejidad no se podía
partir ni extinguir mientras cada elemento fuera en sí mismo la Mini
Complejidad; y como había otros elementos además de personas, entonces en la
medida en que subsistiera allí, aún de manera simbólica uno de esos elementos,
la minicomplejidad se sostenía.
Esta razón nos dio más confianza y flexibilizó o
aflojó aún más nuestra intervención sobre los procesos.
4.
DINAMIZACIÓN
(Herramienta de la pedagogía del Caos)
Al hablar de mini complejidades no estamos
hablando de cualquier tipo de grupo o proceso que surge o se desarrolla
espontáneamente. Hemos dado ya al menos una característica que las diferencia
de cualquier otro tipo de sistema: Aquí ya se ha instaurado una dinámica a
partir de la flujicidad.
Esta flujicidad ha surgido o ha sido facilitada
por condiciones particulares o alguien que tiene algún dominio en su manejo.
Esta es la primera función de una persona a quien hemos llamado Dinamizador.
El dinamizador o dinamizadora no inicia los
procesos ni los acompaña para dirigirlos o direccionarlos. El es alguien más
que hace parte de la Mini Complejidad y está tan expuesto a los avatares del
proceso como otro cualquiera de los elementos.
Sin embargo, por su capacidad de visión más aguda
o por el ejercicio en este tipo de procesos, puede estar atento a que la Mini
Complejidad tenga cierta permanencia. Eso mismo se torna contradictorio con su
función porque en el momento en que entra a presionar pone en peligro la
permanencia de la Mini Complejidad como Mini Complejidad; no puede ser ni más
débil ni más fuerte que el promedio de los elementos del sistema y esto le
exige un gran tacto y un gran conocimiento e intuición sobre esos mundos infantiles
y juveniles.
El dinamizador no debe tener grandes expectativas
sobre los procesos y menos ejercer presiones que le exijan darle a estos
continuidades artificiales. Por eso este tipo de investigación no resiste
subvenciones condicionadas ni tesis de grado predeterminadas, pues se volverían
una exigencia que malograría los procesos.
El tipo de investigación en el que hemos trabajado
ha sido participante, caótica, rizomática y esto es algo que se ha
experimentado poco, y que además, por su carácter abierto incierto, aleatorio
da la impresión de hacerse cada vez como si fuera la primera.
Es escasa la ayuda que se puede dar o recibir a lo
largo de cada experiencia, porque ésta se va inventando durante el camino en
colectivo. No es que se quiera improvisar por falta de esfuerzo o por ausencia
del programa, es que no se puede hacer un programa, no se puede constreñir nada
desde el principio ni a lo largo del proceso.
Se pueden plantear estrategias, hacer propuestas
que deben ser el fruto de un gran esfuerzo de reflexión, de estudio, pero todo
lo que se lleva o se pretende, puede variar sustancialmente de un momento a
otro; al fin y al cabo si existe alguna intención ésta puede ser introducir la
variación en la mini complejidad a través de las variaciones que vayan
apareciendo en sus elementos y estas variaciones son impredecibles.
Entre las múltiples formas que podrían existir
para iniciarse en un proceso de Dinamización hay una que ofrece la doble
ventaja de incidir sobre el investigador (ahora dinamizador) y que abre desde
el comienzo una libertad para el proceso.
Se trata de PARAR, abandonar el lugar desde el
cual se veían las cosas; dejar de usar por un tiempo los instrumentos con los
que uno se conectaba con el sistema; dejar de moverse en la órbita o el espacio
en el que se venía moviendo.
En otras palabras, se trata de DESCENTRARSE, DISTANCIARSE, asumir otra
posición, otro punto de mira, o si se quiere, blanquearse, bloquearse en forma
consciente. Es como viajar teóricamente en el sistema y ubicarse en un punto
que antes no existía para uno y desde el cual puede verse o sentirse mucho más,
bien sea por extensión o por comprensión.
Este ejercicio plantea un esfuerzo descomunal,
pues a fuerza de haber girado mucho tiempo en torno al mismo centro, al mismo
problema, se ha generado una alta dependencia gravitatoria. Moverse de pronto
en la dirección y el sentido no acostumbrados es una tarea casi imposible.
Por eso lo máximo que podemos hacer de principio
es parar; y como el sistema continúa en movimiento, de pronto sentimos que nos
hallamos en otro sitio porque vemos las cosas en forma diferente.
Tras ese sacudimiento inicial, quizá aprendamos a
descentrarnos, quizá comencemos a circular en torno a centros móviles, quizá
comprendamos que podemos movernos un tanto a la deriva.
Otra buena manera de llegar a esta sensación es
entrar en reflexiones interdisciplinarias, tomar contacto con grupos de
discusión metateórica, distanciarnos un tanto de nuestra disciplina hallando
centros en problemas o fenómenos universales. Variará sin duda la velocidad de
las cosas a nuestro alrededor y los objetos y preocupaciones sobre los que
antes girábamos.
5.
GENERADORES
(Herramienta de la pedagogía del Caos)
Aprender a observar al interior de un sistema
complejo es una tarea difícil para el investigador o dinamizador. Pero si hemos
venido haciendo parte en la construcción de una mini complejidad y no tenemos
fuertes exigencias externas que determinen el objeto de observación, podemos
nosotros mismos definir qué es lo que va a ser observado tratando de que esta
acción sea coherente con las condiciones de la Mini complejidad.
Hemos dicho que toda minicomplejidad es en esencia
un engendro de sin razón. Pero si bien no puede ser definida por su razón a
largo plazo, quizá sí justifique razones pasajeras.
Los jóvenes se pueden comprometer y hasta dar la
vida por un rato de felicidad o de algo que les parezca con sentido así se
acabe muy pronto. Parece que un buen objeto de observación son aquellos
elementos o factores que le ofrezcan a la Mini Complejidad y a cada joven
alguna razón, algún sentido, alguna motivación para permanecer o continuar en
el proceso al menos por un tiempo determinado.
A estos elementos los hemos denominado
GENERADORES. Los generadores pueden ser momentos, elementos, espacios, sucesos,
instrumentos, personas... en los cuales hay al menos en un instante, una fuerte
concentración de energía; o a partir de los cuales se inicia algún tipo de
variación o de dinamización. Pueden ser también atractores, nodos de paso,
ordenadores iniciales...
Una característica que hace bastante difícil el
trabajo con generadores, es que estos no existen como tales, pues son y no son
a la vez, o en otras palabras pueden aparecer o no aparecer, tomar forma real,
activa, productiva o no tomarla nunca.
¿De qué depende que aparezcan, que sean
evidenciables, que adopten formas generadoras? De que alguien los ubique, los
sienta, los convierta de energía potencial en materia real y en el momento
preciso.
Esta es una de las grandes tareas del dinamizador
o de los elementos que se hayan vuelto activos dentro del sistema: aprender a
detectar, a cazar generadores.
La ventaja de dedicarse a detectar o
"cazar" generadores es que se evita la saturación de información, la
confusión y las conclusiones aventuradas.
Aquí no hay que hacer diagnósticos, ni acceder al
pasado, ni manejar el presente completo, pues no se maneja la temporalidad
dividida ni la espacialidad segmentada sino la espacio-temporalidad unificada.
Se trata de estar atentos, en estado permanente de
alerta y dedicarnos a reconocer generadores. Para aprender a detectar los
generadores, los recursos potenciales, los momentos claves de dinamización, las
mejores maneras que hemos hallado hasta ahora son: la intuición, el tacto, y el
dominio de la información que circula en la mini complejidad y todo esto se
logra estando involucrados, participando.
Es tal la velocidad de flujos, el juego de
interacciones que se da en la M.C. que si no estamos a tiempo y en el lugar
preciso, el suceso se pierde, la información se nos escapa; la confluencia de
circunstancias ya no existe más.
Puede que más adelante se construyan herramientas
físicas para detectar generadores, pero estas, con dificultad podrán captar momentos
psicológicos, emocionales, códigos expresivos de diferentes niveles, y las mil
variables que los acompañan; todo esto es lo que un buen dinamizador, con una
buena práctica, puede llegar a captar "al vuelo".
Los generadores son fugaces, porque además de
depender de la velocidad del espacio-tiempo, dependen también de la
circunstancia, el contexto y el sentido.
Si un generador no se aprovecha de inmediato, en
el momento en que podría aparecer como una luz de significado para la Mini
complejidad, pasa y deja de ser generador. No tiene sentido registrarlos,
enlistarlos, enunciarlos como fórmulas. Allí todo se juega en la acción y
debemos aprender a vivir en el instante.
Sin un tratamiento adecuado, los generadores
tienen tal poder que se pueden tornar ordenadores, esclavizadores,
homogenizadores y la minicomplejidad puede caer de nuevo en la repetición de
esquemas, la rutina, la esterilidad. Pero un buen tratamiento de generadores
pone a la Mini complejidad en una pista de alta velocidad hacía su desarrollo
creativo.
6.
COGNICION
Cuando indagamos en diversos campos del
conocimiento, uno de los aspectos que se nos revela, por ser común a todas las
disciplinas, es la forma en la cual éstas acceden al conocimiento y las formas
en que lo producen.
Notábamos que quienes generaban conocimiento en
cada una de las disciplinas lo hacían porque se colocaban en otra perspectiva
sobre la realidad que observaban, o por alguna razón habían sido desacomodados
de su posición convencional y habían entrado en otro nivel de orden; desde allí
veían otros mundos, otras realidades, y esto era lo que se definía como
descubrimiento o creación.
Se producían en ellos rupturas o derivas frente al
orden de cosas existente. Algo había ocurrido en su interior (en una relación
de acoplamiento estructural con el entorno o con su objeto de observación), que
les permitía o les hacía ver sentir o pensar de manera diferente a como ellos o
sus colegas lo venían haciendo.
Fue esta imagen la que al conectarse con la idea
del mecanismo de replicación que nos era evidente en la especie humana, la que
hizo que "sintiéramos" que la falta de creatividad así como la
aparición del fenómeno creativo se daban en el ACTO MISMO DEL CONOCER.
Y así llegamos a la concepción de creatividad como
una forma de cognición diferente de la forma habitual en la que el hombre
conoce, pues esta forma convencional con la que conocemos todos los días es la
que ha propiciado y reproducido la humanidad a lo largo de los siglos.
Si la creatividad quería ser creadora, si quería
variar en el conocimiento, el pensamiento, el sentir, la acción, debía romper
esa cadena de conocimiento y reservarse para sí formas diferentes de conocer.
La forma de conocer normal es una necesidad para
comunicarnos, para captar una realidad objetiva, estable, para poder movernos
en una realidad, para sobrevivir de la mejor manera.
Pero existen campos y situaciones donde algunos
seres humanos pueden acceder de manera diferente a la realidad, incluso pueden
acceder a otras formas de realidad poniendo en duda la presente. Esto ha
preservado en la especie humana el potencial creativo y ha dejado el margen
apenas necesario para el desarrollo de la humanidad, para sus avances; pues la
humanidad ha mantenido el control sobre esos márgenes creativos: o campos de
exploración no muy peligrosos, o espacios de creación controlados.
Pero la complejidad de la humanidad y la
simultánea complejificación de su hábitat hicieron que de un lado se empezaran
a abrir grietas por todas partes a la forma ancestral de conocer y que nuevas
formas se revelaran y circularan universalmente favorecidas por la formidable
interconexión que se iba dando en el planeta; de otro lado, que la tradicional
forma de conocer ya no fuera tan útil para una nueva época donde la
comunicación dio un salto a otros niveles de orden, donde la realidad se diluyó
en el laboratorio de la ciencia responsable de su antigua objetividad y donde
se tornó difícil e inoperante hablar de verdades y certidumbres.
La acumulación de experiencia, la repetición, el
aprendizaje convencional y en general los grandes principios en los que se
basaba el antiguo paradigma se fueron diluyendo y los seres humanos quedamos
sobre un piso en movimiento, en un sismo permanente.
No pretendemos tomar partido por ninguna de las
teorías del conocimiento que se han planteado a lo largo de la historia.
Tampoco pretendemos inventar una más. Lo que en el fondo de este escrito se
afirma es que sea cual sea la forma en que ha conocido el hombre, esa forma de
conocer se ha transmitido genética y culturalmente a toda la humanidad.
Otra cosa es que existan diferentes
interpretaciones o intentos por explicar ese mecanismo.
Pero lo que nos ha preocupado son las
consecuencias que ese hecho tiene: Si la humanidad está dotada de un sistema de
cognición homogéneo, entonces todo ser humano ve, siente, piensa, más o menos
de la misma manera y el hecho de que compartamos una misma realidad y cada uno
de nosotros la modifique tan poco, lo confirma.
Comenzamos a indagar: ¿De dónde ha surgido esa
idea y esa vivencia de realidad única?
Muchos investigadores están de acuerdo en afirmar
que surge de los modelos explicativos que se ha ido haciendo de ella la
humanidad. Es decir, yo accedo a la realidad o al mundo (así sea a mi propio
mundo) a través de una cierta capacidad de acceso que tengo prefijada y esa
capacidad me la dan los modelos conscientes o inconscientes que tengo de ella.
Luego, los modelos o representaciones, que son más
simbólicos o inmateriales, también deben ser homogéneos porque participamos de
un mundo perceptual común. Entonces la relación que establecemos tanto con la
realidad física como simbólica la establecemos todos más o menos de la misma
forma.
Estamos entrampados, encerrados en un orden tan
evidente tanto en su realidad como en su imagen que parece no haber nada fuera
de él ni ninguna salida posible.
7.
DESORDENAMIENTO
(Herramienta de la pedagogía del Caos)
Nada nos impide pensar que si no fuera tan fuerte
el esquema sobre nuestra forma de cognición, habría muchas personas que podrían
comenzar a conocer de manera diferente y podrían sentir, pensar, imaginar,
construir mundos diferentes y realidades simbólicas diferentes y establecer con
ellas relaciones diferentes... ESTO SERIA CREAR.
¿Pero cómo lograríamos conocer, pensar, sentir y
hacer de maneras diferentes?
¿Cómo romper esa barrera de replicación, esos
órdenes inherentes en los niños, niñas y jóvenes y en las minicomplejidades?
¿Cómo debilitar ese condicionamiento, ese esquema
mudo y universal que impide ver, sentir, pensar y hacer de otras maneras?
El descentramiento, el giro metodológico y una
inmersión por campos epistemológicos, nos trajo una respuesta sencilla pero
poderosa: DESORDENANDO; haciendo que el orden en el que nos sentimos en un momento,
se sienta o se vea diferente en otro momento; y este no es un problema de alta
teoría ni de alta complejidad, pues no queremos decir que se trata de hacer
rupturas epistemológicas radicales, ni de variar de un tajo todo nuestro
sistema de cognición.
Si la humanidad, además de conocer más o menos de
la misma manera, hubiera logrado definir esa manera como única forma de
conocer, es decir, si todos los pensadores se hubieran puesto de acuerdo sobre
una única teoría del conocimiento como válida, bastaría desordenar esa forma de
conocer para poder crear.
Pero como bien sabemos, las ciencias que indagan
sobre estos fenómenos no han definido ni van a definir un único y claro
mecanismo de cognición. Por tanto no sería adecuado desordenar a partir de los numerosos
mecanismos o sistemas que plantean las diversas teorías del conocimiento.
La práctica apareció en nuestra ayuda mostrándonos
un camino mucho más sencillo para desordenar de tal manera, que poco a poco el
engranaje general de la cognición quedara implicado en ese desordenamiento.
Habíamos estado intentando ver las cosas de otra
manera y ese esfuerzo lograba algo pero sólo en el orden simbólico, en lo
imaginario, y esto se nos hacía normal en el quehacer diario de un artista o de
un ser medianamente dotado de cierta creatividad, pero se nos hacía difícil
para la gente del común y para los niños y jóvenes con quienes trabajábamos.
De pronto, un día cualquiera, al intentar volver a
su disposición habitual un objeto que se había torcido en la pared, uno de
nosotros cayó en cuenta de algo que se tornó muy revelador:
UNA FORMA DE VER LOS OBJETOS DE MANERA DIFERENTE
ES VARIANDO CONSCIENTE Y FÍSICAMENTE SU DISPOSICIÓN.
A pesar de parecer esta una verdad tan obvia y tan
simple, nos dedicamos a variar de alguna manera lo que teníamos en frente o a
nuestro alrededor y nos dimos cuenta también de que en ese intento por
despistar nuestra forma de ver y de sentir no era tan necesario construir
instrumentos o experimentos complicados, inalcanzables para cualquier persona
común o para los jóvenes de nuestra investigación.
Lo más interesante del descubrimiento era que EL
MECANISMO DESORDENADOR ESTABA AHÍ A LA MANO DE CUALQUIER PERSONA Y EN TODO
TIEMPO Y LUGAR.
Esto trastocaba de alguna manera las concepciones
convencionales de creatividad en términos de tiempo, acumulación, nivel,
esfuerzo, inspiración, utilidad y originalidad.
Se constituía en un patrimonio de acceso inmediato
para cualquier ser humano y surgía así un nuevo potencial, un nuevo recurso
abundante e inacabable para la Humanidad.
Sin embargo, había otra gran preocupación: Si el
desordenamiento era una herramienta tan sencilla y tan accesible y a la vez si
podía ser tan poderosa como para variar la forma de cognición y llegar a
producir personas, situaciones y aún realidades diferentes, entonces no se
podía presentar públicamente ni experimentar de manera inmediata con los
jóvenes en los procesos que veníamos adelantando.
¿Qué podríamos hacer con esa herramienta sencilla
pero sorprendente, si no la podíamos usar?
Decidimos iniciar nosotros mismos la experiencia y
de esos procesos personales y de lo que ellos nos han aportado hemos deducido
que en una investigación como la que venimos planteando, el dinamizador debe
asumir inicialmente la práctica desordenadora.
Se debe comprender que nuestra propuesta de
desordenamiento no plantea cambios definidos, no dice qué desordenar ni hacia
dónde. Cada persona y en cada caso cada investigador, decide por cuál o cuáles
de las infinitas variaciones posibles comienza. Todo lo que es, lo que hace, lo
que usa, lo que cree, lo que piensa, lo que ve, lo que siente ... puede estar
sujeto a desordenamiento, puede variarlo, moverlo, cambiarlo en la forma que
desee.
No creemos que exista en ninguna persona o en su
entorno algo tan inmutable que ella no pueda modificar en algún sentido y
parece mucho menos probable que no haya allí al menos algo en posibilidad de
ser variado, desordenado.
Para evitar malentendidos queremos diferenciar
éste de por lo menos otros tres procesos que parecen similares:
Hay propuestas que plantean una contradicción
absoluta con algún orden de la realidad, y su oposición y su rechazo llevan a
proponer e instaurar el orden contrario como una nueva verdad. Esto no coincide
con nuestra propuesta porque aquí lo que se va a variar no se carga de sentido
ni de connotaciones negativas. Se varía eso en particular porque está a la
mano, no porque esté mal o deba cambiarse. Y lo que surge de ese cambio no es
ninguna verdad ni un orden contrario nuevo para mantener.
Otra interpretación posible del desordenamiento es
pensar que se trata de descomponer, atomizar, anarquizar o desorganizar
cualquier cosa, circunstancia o proceso, con la idea de que hay que desordenar
sólo lo convencional, lo que es regular, organizado, estable.
Pero nuestra propuesta plantea el desordenamiento
de cualquier tipo de orden o disposición así éste sea desorganizado, caótico o
complejo.
Una persona, espacio o ambiente considerado como
desordenado y caótico, podría, al entrar en procesos de desordenamiento,
adquirir cierta coherencia que devuelva la confianza a su entorno; por ejemplo,
al iniciar procesos de este tipo con jóvenes bastante agresivos y violentos, su
auto-desordenamiento ha construido otros caminos y no necesariamente opuestos,
donde incluso la agresividad se ha trascendido; así hemos llegado al concepto
de "transgresividad".
Habría al menos otra propuesta que respetamos pero
que es bastante radical en la perspectiva del desordenamiento. Se trata de
romper ordenes demasiado grandes o profundos que están más en el fondo de las
personas que fuera de ellas. Este proceso requiere ponerse en manos de alguien
que maneja un camino del conocimiento y puede suponer peligros y riesgos altos
tanto para la persona como para su entorno.
La propuesta Creáthica al plantear
desordenamientos simples, sencillos, a la mano, permite que el proceso sea
lento, personal, sereno y que el distanciamiento con su realidad sea apenas
perceptible.
El haber desarrollado una práctica desordenadora
nos permitió empezar a ver de manera diferente la realidad, nos posibilitó el
sentirnos cómodos en la movilidad interna de la mini complejidad y nos hizo
dúctiles para comprender y respetar los innumerables órdenes posibles; Además
nos hizo facilitadores de "ambientes generadores de estímulos desordenadores"
(o M.C) y nos fue dotando de una mirada y un pensamiento complejo para poder
"leer" y comprender mejor la Minicomplejidad.
8. CONFIGURACIÓN
(Herramienta de la Pedagogía del Caos)
A partir de la experiencia de Flujicidad, Dinamización y Desordenamiento, el antiguo observador
incólume, el que estaba separado de su objeto y podía ver una realidad estática,
objetiva, en este tipo de experiencia investigativa queda comprometido a tal
punto que él mismo entra en conmoción movido desde adentro, desordenado.
¿Qué es lo que va a observar ahora, si ha
comenzado a ver, a sentir, a pensar y a relacionarse con el entorno y con su
objeto de investigación de manera diferente?
¿Qué instrumentos podrán serle útiles cuando las
relaciones al interior de la mini complejidad se han tornado diferentes?
A este nuevo tipo de observación, compleja y desde
un punto de vista móvil, donde todo se comienza a ver de manera diferente la
hemos denominado CONFIGURACIÓN.
Si toda minicomplejidad está en movimiento y en un
contexto que también se mueve, no podemos determinar un punto fijo de
observación ni unas constantes a observar.
Recordemos que Caos es ante todo velocidad y aquí
tenemos que enfrentarnos a fenómenos de altísima velocidad y en múltiples
órdenes tanto físicos como de sentido.
Hemos llegado a la configuración como una
observación flexible, que ve en dinámicas, en perspectivas; diríamos que es
como una topología de sentido donde los bordes de los sucesos y elementos se
estiran hasta el límite de sus posibilidades y aún más allá.
Configurar no es la simple forma de abordar una
realidad para comprenderla, es la forma creativa de abordar una situación, un
elemento, un grupo, una mini complejidad tornándola susceptible de transformación.
La configuración no es pasiva, representacionista,
objetivista ni subjetivista. Es la mirada compleja que es abarcante y abarcada
en la mini complejidad y que por tanto transforma y redinamiza tanto a la mini
complejidad como a sus elementos.
Este hecho de tornar maleable la materia o el
sentido total del proceso permite que la Mini Complejidad con nosotros allí
incluidos pueda movilizarse mejor hacia una dinámica creadora.
Configurar es detectar dónde está la soltura, la
diversidad, la potencialidad, para abrir por allí salidas hacia nuevos estados
de cosas en cambio permanente. La configuración es a la vez fruto y origen del
desordenamiento, pues éste le brinda a aquella la capacidad para ver y producir
nuevas disposiciones y tanto el acto mismo de la configuración como lo
configurado retroactúa sobre el sujeto o los sujetos que configuran.
A este punto, la minicomplejidad está ya penetrada
por muchos flancos y por diferentes acciones y herramientas: La flujicidad, las
acciones desordenadoras, las miradas configuradoras ... y es de suponer que
todo este organismo, toda esa mini complejidad y por tanto todos sus elementos
ya han entrado en estas dinámicas; ahora cualquiera de los elementos está en
condiciones de ser dinamizador, además porque el alimento básico de los
procesos diferenciadores que son los generadores debe haber seguido fluyendo a
todo nivel.
Toda esta acumulación de factores nos podría
conducir a un estado cada vez más alejado del equilibrio y más divergente aún
desde cada uno de sus elementos propiciando mayor autonomía tanto individual
como de conjunto. Será difícil que el sistema tenga vuelta atrás porque en
esencia no es reversible sino autoproductivo.
9.
REGULADORES
(Herramienta de la pedagogía del Caos)
Una persona que no esté al corriente de las
características de la época, de la condición que adoptan hoy día los fenómenos
y de las formas de aproximación que se hacen sobre ellos, no podría comprender
este tipo de procesos.
Ante la posibilidad de que un sistema se dispare
en múltiples direcciones y lejos del equilibrio, de que sus elementos adquieran
cada vez mayor autonomía, que su comportamiento global así como el de sus
partes se haga cada vez más impredecible, y de que no exista allí alguien o
algo que controle o maneje ese proceso en algún sentido o hacia alguna parte,
un espectador desprevenido podría sentirse asistiendo al parto y al desarrollo
de un mecanismo monstruoso y de alto poder destructivo.
Pero en nuestra experiencia investigativa hemos
evidenciado numerosas formas de
regulación y autorregulación sobre todo en las primeras etapas, cuando
apenas entramos al fenómeno de la flujicidad.
Existe un catálogo amplio de reguladores, de zonas
de atracción, de procesos autoorganizacionales que fueron derivando de nuestra
práctica y que luego hallaron coincidencia con atractores y reguladores de las
Ciencias del caos y de la Complejidad[5]
Los chicos con quienes trabajamos al contrario de
anarquizarse o "desordenarse" en el sentido convencional de esta
palabra, van conformando equipos, pequeñas unidades de producción artística,
social, etc, como puede constatarse en el documento Sistematización de10 procesos educativos desde las herramientas de la creathica y la Pedagogía del Caos.
10.
REORDENANTES
(Herramienta de la pedagogía del Caos)
Aquí podríamos comenzar un escrito sobre la
Creathica, sobre los mundos humanos alejados del equilibrio, de la normalidad
la normatividad y de los órdenes convencionales, con todo lo que esto puede
implicar.
Podríamos comenzar a hablar de seres y grupos de
seres que empiezan a vivir en mundos que ellos mismos construyen, en realidades
perceptuales diferentes; de seres humanos que requieren de otros sistemas de
comunicación, de expresión ... porque empiezan a manejar otros sistemas de
sensación, otros mundos de sentido.
Debimos hacer todo ese recorrido, para tratar de
comunicar que estos nuevos estados de cosas no son la locura ni muchas otras
condiciones que se conocen o imaginan como salidas o escapes de esta realidad.
Son reordenamientos transitorios, estados de paso
impredecibles, órdenes que no se esquematizan sino que al hallar creadoramente
otros límites, exploran cada vez mayores posibilidades en una visión de
totalidad.
Los hemos llamado Reordenantes en una referencia clara al científico David Bohm en su
obra "La totalidad y el orden implicado"[6]. Allí no se separan
sujeto, objeto y entorno sino que se construyen como una sola realidad, esto
exige una forma de lenguaje diferente que crea nuevos verbos sin sujetos; la acción
se desenvuelve en un espacio- tiempo unificado que trasciende a otra dimensión.
Si las formas de conocer se diversifican si van
existiendo más y más formas de acceder al mundo, de comportarse con él o de
estar-en-él, entonces muchos mundos van a empezar a forjarse y muchos mundos
diferentes van a entrar en un contacto productivo. El tipo de comunicación y de
convivencia variará y la idea de sociedad va a derivar hacia otras formas al
menos en los pequeños conjuntos de individuos que construyan y vivan estos
nuevos sistemas.
Las formas que adopten en muchos sentidos serán
impredecibles y tendrán carácter de indecibilidad, pues si apenas podemos
tratar de comprender la mente humana replicadora y bastante condicionada, ¿Cómo
comprender especímenes humanos de elevado potencial aleatorio?
Los ordenadores de principio del S XXI ya están
cercanos a convertirse en máquinas de creación, demostrándose que su camino
evolutivo podría superar en poco tiempo el lento desarrollo de la especie
humana. Es hora de que cada vez más seres humanos comiencen a desarrollar en sí
mismos su potencial creador y una de las formas de ponernos en otra dimensión,
en otro nivel de orden más poderoso que el de la creatividad tradicional, es
entrar por los múltiples y móviles senderos del DESORDENAMIENTO.
(Si desea conocer experiencias sobre Pedagogía del Caos, visite la serie: Pedagogía del Caos)
Si desea más información teórica sobre Pedagogía del Caos, por favor
diríjase a los siguientes documentos:
Cátedra Candelaria: Una Escuela que navega en la Ciudad (Se describe de manera viva la Experiencia de Cátedra Candelaria)
CREATHICA Una pedagogía de la Creatividad a partir del desordenamiento. (Aparecen los fundamentos teóricos de la Pedagogía del Caos)
CREATHICA Una pedagogía de la Creatividad a partir del desordenamiento. (Aparecen los fundamentos teóricos de la Pedagogía del Caos)
La
Pedagogía del Caos y las Ciencias de la Complejidad (Se `presentan los
problemas comunes que abordan la Pedagogía del Caos y las Ciencias de la
Complejidad)
Pedagogía
del caos (Escrito en 1993 y publicado en 1995.Se presentan las
herramientas que hasta ese momento había construido la Pedagogía del
Caos).
Pedagogía del caos 2013 (Se presentan las herramientas actuales de la Pedagogía del
Caos)
Pedagogía del Caos en Colombia (Breve historia
del nacimiento y desarrollo de la Pedagogía del caos en Colombia).
PEDAGOGÍA POR PROYECTOS Diseño del currículo desde la
Creathica y la Pedagogía del Caos
PRINCIPIOS DE LA NUEVA EDUCACIÓN a partir de la Creathica y la Pedagogía del Caos
Sistematización de procesos educativos desde la Creáthica
y la Pedagogía del Caos (Se presentan 10 experiencias educativas realizadas en
el Colegio La Concordia y su territorio circundante, La Candelaria, en el
Centro de Bogotá, en el documento se aplican una a una las herramientas de la
Pedagogía del Caos).
Si desea conocer experiencias de la Pedagogía del Caos
visite la SERIE PEDAGOGÍA DEL CAOS
[1] Desde el
año 1975 en el Programa Bosconia-La Florida,
Luego en el Programa Juventud Canadá Mundo (1976-77), después en la Normal Distrital María Montessori (1984-1991) y
finalmente en El Colegio La Concordia y su territorio circundante (1992-1996).
[2] Creáthica: una pedagogía de la
creatividad a partir del desordenamiento.
[3] Por un lado la escalada terrorista del
narcotráfico y por otro el conflicto armado, Guerrilla y el paramilitarismo.
[4] Aunque éstas dinámicas han sido
detectadas por la Pedagogía del Caos desde los años 70, ha sido interesante
constatar que las Ciencias del Caos y de la Complejidad están trabajando alrededor de estos
fenómenos.
[6] Particularmente el Capítulo 2º: El
Reomodo.
Que siempre continúen resonando en la conciencia y el corazón, con un eco ensordecedor los frutos de sus, y las investigaciones de todos aquellos que llevan con amor y compromiso la profesión de pedagogos y educadores.
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