Pues bien, a pesar de que el texto se había construido con
los aportes de dos Rizomas y era sobre los conceptos que nos habían propuesto
desarrollar los tutores, su forma, le dio al contenido una fuerza movilizadora.
Lo extraño de ese documento (y es algo que no se dio a conocer) es que la
historia que allí aparece fue autoconstructiva. Los personajes fueron
apareciendo y a medida que hablaban, con las palabras de los textos de base,
sus diálogos y acciones se iban encadenando en un acoplamiento impresionante.
Fue tal la sincronía que al final del texto, cuando María se va a reflexionar a
un aula de la universidad, al mirar
una mosca que revoloteaba a su alrededor…
el siguiente párrafo que se cortó
y pegó, decía: El sentido de la vida de una mosca es mosquear, ser mosca, el
sentido de la vida de un ser humano es
en el humanizar.
En fin, lo que quiero decir es que la configuración del
texto como totalidad es otra experiencia de pedagogía del Caos. En realidad en
la historia no hay varios personajes. El único personaje es María quien
conversa con sus autores de cabecera, pero en la dinámica de la historia esta
Omnijetividad se torna tan retroactiva que el propio lector se mete en el
cuento como ocurre en la figura de Escher de un
joven mirando un cuadro del cual hace parte.
Además es Pedagogía de la Complejidad porque en cada uno de los
conceptos (que son criterios o principios de complejidad) Los actores (que
finalmente son Marías) viven experiencias tan transtornadoras que se meten en
el organismo del lector que ya está atrapado por la historia.
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