Por: JV Rubio jvrubio@hotmail.com
En Agosto de 1989 la Rectora y el equipo pedagógico de la
Normal Distrital María Montessori me pidieron que escribiera una ponencia para
presentarla en el Simposio Nacional de Enseñanza de las Ciencias[1]. Este
pedido sonaba extraño porque en primer lugar yo no era profesor de Ciencias y en
segundo lugar ellas no veían con buenos ojos lo que venía haciendo como
director del curso 604.
Al enfrentarme a la escritura empecé a evidenciar que en ese
proceso que había emprendido desde principio de año, había una concepción y una
práctica pedagógica que al finalizar mi exposición en el Simposio, uno de los
asistentes definió como: Educación Generadora.
El grueso del texto intentaba sistematizar una serie de
experiencias y acciones educativas que
partían de la vida, la cotidianidad y la emoción del recorrer territorios
propios y extraños[2] por los
chicos y chicas del curso segundo de primaria de la profesora Carmiña Bohórquez[3] y de mi propia experiencia como Director de
curso[4].
En el Simposio compartí la mesa de ponentes con Carlos
Augusto Hernández, filósofo, físico y pedagogo, del grupo Federici de la
Universidad Nacional, quien unos días después me invitó a hacer parte del grupo
Escuela Universidad[5], porque,
según lo que vio en la ponencia, “había un germen de nuevas noticias vivas y
fecundas para la pedagogía”.
Por supuesto que las experiencias allí descritas y su
sistematización teórica se habían alimentado de otro sinfín de experiencias
anteriores, en mi caso –y para nombrar solo dos- el trabajo de acompañamiento a
niños y jóvenes habitantes de la calle[6] donde se
habían puesto las bases para crear una Pedagogía de la calle (brindar la posibilidad de
apropiarse de su territorio) y el Programa Juventud Canadá Mundo[7] (Brindar
la posibilidad de transformarse al contacto con otras territorialidades, otras
culturas).
Pero si en el ambiente relativamente sosegado de la Normal, con
la profesora Carmiña habíamos innovado debido principalmente al desencanto y la
insatisfacción que teníamos con ese sistema educativo tan tradicional en una
Institución que estaba formando maestros[8], en
1992, ya como profesor de un Colegio del Centro de Bogotá debí afrontar con un
equipo de maestros innovadores un verdadero Caos.tal que con la ayuda de personas
ajenas a la Institución[9],
concluimos que era necesario volcar la acción educativa sobre la Localidad; Así
se creó el Programa Cátedra Candelaria donde el Territorio
se constituiría en una nueva forma de conocimiento.
Si bien el Caos se nos aparecía al brindar a los chicos y
chicas del Colegio cierto grado de libertad para que se manifestaran tal cual
eran, también llegó de la mano de un científico colombiano que trabajaba en la
NASA. De esa confluencia experiencial y teórica derivó la Pedagogía del Caos y allí fueron
surgiendo todas sus herramientas que aparecen descritas en el documento con el
mismo nombre y aplicadas y analizadas en Sistematización de diez proceso educativos a la luz de la Creathica y la Pedagogía del Caos.
El haber tenido la oportunidad de ser una de las primeras
personas en Colombia en tener acceso y profundizar en las investigaciones mundiales
en caos y sistemas complejos, me acercó al grupo de Ciencia teórica de la Academia de Ciencias Físicas y naturales, ACEFYN; con ellos y otros grupos de
investigación creamos la REDCOM[10] con un
portal en el servidor de Colciencias.
Como Coordinador de la Redcom durante 7 años tuve acceso a los avances
investigativos de la comunidad Iberoamericana de investigadores en Complejidad
y complementaba mis estudios con una exhaustiva investigación documental en la
Biblioteca Luis Ángel Arango.
A partir de ese estudio
sistematicé 24 Principios y características de la Complejidad que
han tenido una fuerte difusión en Internet y mantienen su vigencia y buena
parte de estos principios pasaron a sustentar las herramientas de la Pedagogía
del Caos y han ido dando fundamento a todas mis ideas y experiencias
pedagógicas.
En el año 2005 al ser llamado por el Instituto de investigaciones educativas del Distrito, IDEP para hacer una investigación en 10 Colegios de
Bogotá, con un equipo de maestros innovadores le damos forma a un modelo de
Educación Contextual, al fondo del cual subyacen los principios de la
Complejidad.
Entre el 2009 y el 2011, hago un rastreo de campo y por internet tratando de identificar
los principios que subyacen a las ideas del Paradigma Emergente y a las personas, Organizaciones y experiencias que se mueven en torno a él y detecto una fuerte identidad entre
éstos y los principios de la Complejidad, que se evidencian en la Biomimesis
y en la Ecopedagogía.
Pero será el Doctorado el que me permite re-cordar,
re-conocer y re-cuperar el poder educativo de estos principios y por eso al
llegar a este ciclo me doy a la tarea de revisar toda mi experiencia pedagógica,
con la sospecha de que a partir de tantas prácticas, tantos documentos, y
tantos proyectos puedo construir una nueva propuesta pedagógica.
En esta primera entrega del trabajo presentaré una serie de
experiencias que creo, tienen un sello propio, porque cada una ha sido abordada
desde la confluencia de elementos que me
han ido construyendo como sujeto en relación con otros sujetos y otras
territorialidades que en bucle de realimentación han ido enriqueciendo lo que podría llegar a ser una nueva propuesta pedagógica.
En la entrega dos y
tres de este ciclo avanzaré en la construcción de categorías tanto para
el análisis de las experiencias como para su sistematización y la definición de
las formas en las que serán presentadas o difundidas. Es probable que la versión de Educación contextual que aparece en todas las experiencias, condimentadas por las herramientas de la Pedagogía del Caos, deriven hacia la formulación de una Pedagogía de la Complejidad, que bien podría ser un trabajo colaborativo con miembros de Sicomoros, otros grupos del Doctorado y hombres y mujeres del mundo que estén interesados en generar esta disciplina.
Por ahora puedo decir que en todas se puede evidenciar en
forma más o menos explícita la incertidumbre con su juego de probabilidades, el
caos que parte de influencias sutiles que se amplifican, pero que encuentra
atractores y en momentos se convierte en estructuras disipativas; procesos de
autoorganización y autopoiesis de los cuales emergen nuevas propiedades
manifestadas en creatividad y conocimiento; la mayoría de ellas son borrosas en
tiempo, en espacio, no obedecen a instrucciones precisas. Su desarrollo es más
autoconsistente que jerárquico, se siente más un holomovimiento que una acción
de sujetos sobre objetos; En todo momento se siente la cooperación y la interdependencia.
Todos estos principios, más que ser empacados en
dispositivos y dispuestos de manera estratégica, van apareciendo en cada
proceso de una manera relativamente natural. Quizá lo que aparece al fondo de
todos ellos es una activación de energías individuales y colectivas en el
diario vivir y emocionar en un campo de relaciones, lo que las convierte en un
profundo proceso de bioaprendizaje.
Si desea más información teórica sobre Pedagogía del Caos, por favor diríjase a los siguientes documentos:
Cátedra Candelaria: Una Escuela que navega en la Ciudad (Se describe de manera viva la Experiencia de Cátedra Candelaria, donde la Pedagogía del Caos encontró un fuerte desarrollo. 2001)
CREATHICA Una pedagogía de la Creatividad a partir del desordenamiento. (Aparecen los fundamentos teóricos de la Pedagogía del Caos)
La Pedagogía del Caos y las Ciencias de la Complejidad (Se `presentan los problemas comunes que abordan la Pedagogía del Caos y las Ciencias de la Complejidad)
Pedagogía del caos (Escrito en 1993 y publicado en 1995.Se presentan las herramientas que hasta ese momento había construido la Pedagogía del Caos).
Pedagogía del Caos en Colombia (Breve historia del nacimiento y desarrollo de la Pedagogía del caos en Colombia).
Sistematización de procesos educativos desde la Creáthica y la Pedagogía del Caos (Se presentan 10 experiencias educativas realizadas en el Colegio La Concordia y su territorio circundante, La Candelaria, en el Centro de Bogotá, en el documento se aplican una a una las herramientas de la Pedagogía del Caos).
[1] II simposio
nacional de enseñanza de las ciencias. Ponencia: Buscando con los niños una
Pedagogía de las Ciencias, Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada,
Bogotá 1990.
[2] Desde el
territorio circundante de la Normal hasta territorios indígenas en el Tolima.
[3] Experiencia presentada en la Revista
Educación y Cultura # 25 bajo el título: Los
hijos del maíz
[4] Experiencia presentada en la Revista
Educación y Cultura # 20 bajo el título: Una
Escuela Generadora a pesar de la Escuela.
[5] Grupo
compuesto por profesores y profesoras de Universidad y Colegios que
reflexionaba y escribía sobre experiencias innovadoras en Educación.
[6] Cinco años en el Programa Bosconia
La Florida
[7] Programa que en convenio con el
ICETEX-Colombia promovía en jóvenes de Canadá y Colombia la convivencia intercultural.
[8] Carmiña se había convertido en un
hito de innovación para la época y yo había escrito un manifiesto: La Escuela Normal ha muerto, viva la nueva
Escuela Normal, donde planteaba abiertamente romper con todos los muros de
la escuela.
[9] Antropólogos-as, sociólogos, sicólogos…
y en particular el equipo de Fundaminga.
[10] Red pionera de Caos, Complejidad y
temas transdisciplinarios que integró en el servidor de Colciencias a varios
centenares de investigadores latinoamericanos interesados en el tema de la Complejidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario