De la Serie: Pedagogía del Caos
(Se describe como se formó un grupo musical a través
de un proceso de la Pedagogía del Caos)
A partir de la división de los estudiantes en
clubes de interés el investigador asume el club de música con 20 chicos donde
básicamente se trabaja música experimental con objetos sonoros y van construyendo
melodías, ritmo y armonías a su manera.
De este club que está dentro del horario del
colegio no hubo grandes productos pero en una reunión fuera del colegio en una
cafetería surgió la idea de la asamblea estudiantil y la chica que entró a organizarla
junto con otros de los alumnos interesados acompañaron al investigador a ver la
película the Commitments. A partir de esta película se teje la idea de crear un
conjunto musical. El primer ensayo se programa para las 8:00 de la noche en la
casa de uno de los alumnos y se pide a los que quieran asistir llevar una
cobija y 500 pesos para las onces.
El ensayo durará toda la noche y cada uno debe
llevar uno o dos temas posibles de musicalización sin ninguna exigencia en
términos de calidad, de ritmo, de melodía, sino fundamentalmente que expresen
la energía propia de cada uno.
De allí surgen las primeras posibilidades de
canciones que se van elaborando a lo largo de 15 días y precisamente en ese
momento se hace la presentación de los tres temas más conformados en la
plazoleta del chorro de Quevedo del Centro histórico de Bogotá todavía con instrumentos
muy rudimentarios. Uno de los temas se llama El Castillo del horror y describe cómo ellos ven y sienten el aula
escolar.
La presencia de la alcaldesa en esta presentación
y el deseo de uno de los chicos de 13 años logra que lleguen al colegio
instrumentos eléctricos por valor de seis millones de pesos.
Continúan los ensayos en horario extraescolar,
dándole forma a cada uno de los temas que apenas eran un poco de letra con un
poco de ruido.
Todos podían pasar por todos los instrumentos,
tratando de sacar lo mejor de ellos.
Pero la imposibilidad de ser contratado el
profesor de música, para dirigir el conjunto (por quedar en doble vinculación
frente al Gobierno) hace que se encargue otro profesor, y al perderse la
dinámica creativa el conjunto se va desgastando.
En el proceso: A veces en la calle la cosa está
caliente" se da cuenta de la reaparición del grupo musical.
ANALISIS DEL ´PROCESO: EL CASTILLO DE HORROR DESDE LAS HERRAMIENTAS DE
LA PEDAGOGIA DEL CAOS
MINI COMPLEJIDAD: Grupo de 12 alumnos y profesor
DESORDENADORES Algunas veces se trabajó con un solo
elemento o característica del sonido (timbre, p.e.) y esto desafiaba su
costumbre de querer escuchar todo a la vez; se hacía comunicación solo por
sonido, se les retaba a ser productores de música, se les rompía la hora y sitio
de ensayos, se veía cualquier objeto como elemento sonoro; se intentaba oír más
de lo que normalmente se escucha, se buscaban perspectivas y facetas diferentes
en los objetos para convertirlos en instrumentos, se descomponía el tiempo o la
duración de los sonidos, se alargaba, se acortaba, se les motivaba a producir
partituras con su propio lenguaje.
REORDENANTES Diez canciones bastante bien logradas
y de cierta originalidad y particularidad (ver una de ellas, anexo) los nombres
con los que identificaban al grupo en cada presentación ("Perdidos en el
Limbo", "O sea no"). Grupo de amigos solidarios a tal punto que
algunos arriendan un apartamento para vivir juntos. Entran en reordenamientos
sus tiempos y rutinas habituales, su manera de escuchar la música, su
concepción del tiempo y de sonido
DINAMIZACIÓN El profesor de música y un grupo de
alumnos de grado 10º, provenientes del proceso generan un dispositivo que
consiste en tener la posibilidad permanente de hacer música, sin intenciones
muy definidas.
CONFIGURACIÓN Se trataba de visualizar que tipo de
grupo musical se conformaría.
Hecha la indagación de los elementos más
característicos en los chicos, que serían una buena materia prima para hacer
música (energía, elementos rítmicos y kinesicos, irreverencia y marginalidad)
se traza el siguiente cuadro: grupo de jóvenes que a su manera y con sus
propias sonoridades y la sonoridad del medio pueden reflejar sus propios
sentires.
REGULADORES Un fuerte atractor que concentró su
energía y disciplina fue la primera presentación en la Plazoleta del Chorro de
Quevedo. Momentos fuertes de concentración y creación aparecían al incursionar
en el Havy-Metal. El máximo de calidad se lograba cuando se daba una buena
conexión colectiva. Se llegó a la automotivación cuando sintieron que eran sus
propias canciones las que se ensayaban.
GENERADORES Inicialmente la película "The
Commitments", luego el primer ensayo, que les exigió llevar algún material
sonoro y finalmente las canciones que se tornaron
retroalimentadoras.
(Esta experiencia es la número 3 de: Sistematización de procesos educativos desde la Creáthica y la Pedagogía del Caos: Allí se aplican a cada experiencia las herramientas de la Pedagogía del Caos).
Si desea
conocer otras experiencias de pedagogía del Caos, visite la Serie: Pedagogía del Caos.
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