1 de diciembre de 2012

A veces en la calle la cosa está caliente



(Un grupo de jóvenes lucha por hallar una Sede para sus actividades en medio de un ambiente hostil).

El grupo musical  había pasado por varias etapas y ahora, a fines del primer semestre de 1995, se habían reagrupado chicos que venían participando de otros procesos.
Algunos no tenían condiciones musicales, pero querían estar ahí, así fuera alistando los equipos de sonido; algo les atraía poderosamente, en especial porque en los descansos el ensayo era abierto a los que quisieran observar y podían traer su canción y cantarla al son de un casete delante de los demás.
Algunos de los jóvenes mayores de 16 años no respondían académicamente en algunas de las materias, por incumplimiento, falta de motivación o problemas personales; entonces surgía la necesidad de ofrecer alguna propuesta que les diera alas, especialmente a esta clase de chicos y en una charla con una de las alumnas de grado 11º que había vuelto a participar en el grupo, apareció una idea sugestiva:

-Hagamos un preicfes[1]!”. Propuso Tatiana
Así a la vez que se preparaban los de grado 11º que estaban en el grupo, se preparaban también los integrantes del grupo que pasaban de 16 años y que estaban en otros cursos, con la posibilidad de hacer una validación en el Icfes y obtener su cartón de bachiller de una vez.

La propuesta tuvo tal acogida en el grupo, que hasta alumnos de 12 años se pelearon la participación y la obtuvieron. Se inicio así un preicfes de dos meses y a él se vincularon otros tres jóvenes de 11º que no estaban en el conjunto. Se trabajó incluso durante todas las vacaciones de mitad de año y la dinámica -que no era sólo de estudio sino también de lúdica y música- fue cautivando a tal punto a los jóvenes que surgió la idea de buscar un lugar para reunirse, estudiar y hacer música en forma más cómoda y más familiar.

A esto ayudaban dos hechos: Uno de los chicos se había quedado sin trabajo y como éste era en un hotel, había perdido también su habitación, debía irse al pueblo donde existían sus únicos familiares si no conseguía dónde quedarse. De otra parte una de las profesoras voluntarias del preicfes tenía por esa época necesidad de trasladarse de apartamento y se vio la posibilidad de que con su aporte económico y la cuota mínima de cada participante en ese proyecto se tomara en arriendo una casa.

No se sabía quién se saboreaba más la posibilidad de tener su espacio propio, de poder quedarse allí algún día a dormir, o tener una experiencia diferente con un carácter amigable. Pero se presentó la oportunidad de pasar a la Alcaldía Local un proyecto de sede propia, para que entrara a concursar con otras propuestas de las gentes del sector, para conformar el plan de desarrollo local.

El plazo de la entrega de dicha propuesta estaba a punto de vencerse y esto se convirtió en una presión, más para los adultos dinamizadores del proceso que para los jóvenes. Ellos no veían tan necesario sentarse a hacer planes, a calcular presupuestos, a escribir todo eso en un formato que exigía una estructura determinada de objetivos, metas, etc., fueron numerosas las reuniones que se hicieron con el deseo de que todo saliera de ellos, para que se comprometieran con "su plan".

De este proceso surgió una evidencia: "los jóvenes no tienen horarios ni programas para sus emociones y problemas"; pues cuando pensábamos que llegarían animados a continuar (porque ya hablábamos de millones de pesos, becas universitarias, equipos, comidas, salidas), no aparecía nadie.  Giovanny andaba triste porque una pandilla vecina lo había amenazado si seguía con la  novia del “jefe”; a Nicolás lo había cogido la policía porque lo encontraron robándose una plataforma plástica

-Era para bailar hip hop, profe, exclamó sin pudor.

Jorge era líder de un grupo que tenía cazada una pelea con jóvenes de un barrio cercano por dominios de territorio; Alex jugaba emocionado ese día un partido de fútbol... en fin los tres dinamizadores se quedaron sin saber qué hacer.
Sin embargo al día siguiente ellos mismos los arrastraban a la reunión o al ensayo de música. En estas reuniones formales o informales (a veces en la calle rodeados de peligros) fueron apareciendo ideas o proyectos que podrían atraer a los jóvenes del colegio y aún a los jóvenes de la localidad, con la intensión de convertirse en líderes de dichos proyectos.

Otro miembro del grupo venía siendo monitor de sistemas en el colegio y se sentía capaz de formar una empresa creadora de productos didácticos...

-Para que las clases no sean tan mamonas, dijo Camilo.

Le pidieron a la profesora de química que los acompaño en el preicfes que si montaban una empresa de químicos para el hogar;

-Con champús y detergentes oooooooh, cantaba Giovanny.

 Ubicaron una empresa de elementos eléctricos para autos con la condición de trabajar en ellos si lograban apoyo de la Alcaldía en materias primas y espacio, la empresa se comprometió a ayudarlos. Y hasta una biblioteca pensaron necesaria para prepararse tanto en los campos de estudio normal como en sus proyectos.

Después de muchas vueltas el proyecto se entregó y a los cuatro días se debía sustentar en la sede de la Junta Administradora Local, JAL; se disponía de un minuto para hacerlo debido al sinnúmero de propuestas que se presentarían. Al pensar en cómo hacer algo efectivo en tan poco tiempo, surgió una gran idea:

-Va pa' esa, pues hagamos un rap, propuso Mario.

Y así se fue creando colectivamente el rap de la sede: “A veces en la calle, la cosa está caliente” y este se presentó con una gran vitalidad sobre una pista hecha en el teclado por uno de ellos.

Uno de los ediles de la JAL, entusiasmado con esta presentación, puso a disposición la sede de la JAL que es bastante espaciosa, pero ellos dijeron que necesitaban una casa de tiempo completo y de uso exclusivo, porque a veces terminarían de estudiar, trabajar o ensayar en la madrugada y debían pasar allí la noche debido a la dificultad y al riesgo que corrían al desplazarse a sus casas, además debían prepararse su comida en la noche si se quedaban o el desayuno o almuerzo si estaban trabajando en sus microempresas. 

Finalmente decían que la casa debía estar abierta las 24 horas del día para ellos y para los jóvenes de la localidad.

La Sede finalmente se convirtió en realidad, pero esto se detalla en otras experiencias.

ANÁLISIS DEL PROCESO “A VECES EN LA CALLE LA COSA ESTÁ CALIENTE” DESDE LAS HERRAMIENTAS DE LA PEDAGOGÍA DEL CAOS

CONFIGURACIÓN: Construyeron una imagen de jóvenes en microempresas, cada uno líder en su campo en procesos autónomos de desarrollo humano junto con otros jóvenes de la localidad. Esta configuración logró concretarse en parte más como emprendimientos que como Empresa.

DESORDENAMIENTO: El juego de "el dictador" que permite que cada chico maneje completamente el grupo durante un tiempo determinado. Aquí apareció una dinámica propuesta por uno de ellos que llamaron "pecados" y que revelo situaciones muy particulares y sorprendentes. El ejercicio de hablar sin parar durante tres minutos, para estos chicos más acostumbrados al movimiento que a la palabra.

DINAMIZACIÓN Se inicia como propuesta del profesor de música y una alumna del grado 11º. El equipo se completa con una profesora de Biología y Química y un antropólogo que también se dedica a la música. Hay presión de los adultos especialmente en la elaboración del proyecto que se debía presentar a la JAL, también se mantiene algún grado de presión para las clases del preicfes, pero se fue flexibilizando de tal manera que los chicos en ocasiones organizaron sus clases y ensayos. Durante un mes un nuevo integrante del conjunto fue quien mantuvo el ánimo y la dinámica en todo sentido, hasta que se le presento la oportunidad de montar su propio carro de venta de perros (hot dog).

FLUJICIDAD Toda la información circulando continuamente, por ejemplo con respecto a la autoprogramación de las clases del preicfes, al uso y problemas con los instrumentos de música y al devenir del proyecto de la sede (hasta lo escribieron para discutirlo con su familia y pensar en las posibilidades de las microempresas).

GENERADORES y ATRACTORES: El aula múltiple, que permite ensayos abiertos en especial a las horas de descanso, propiciando una dinámica musical en el colegio. La grabadora que permite colocar cualquier canción y cantar simultáneamente. La sede como atractor fundamental de sus intereses. La necesidad de habitación y de trabajo de uno de los chicos. Las microempresas y las presentaciones musicales.

INCERTIDUMBRE: No existía como herramienta en 1995 pero la incertidumbre aparece a lo largo de toda la experiencia, sobretodo en la frase: "los jóvenes no tienen horarios ni programas para sus emociones y problemas". Así quienes dinamizaban este proceso y tampoco los jóvenes sabían qué iba ocurrir en cada momento.

REGULADORES Las clases del preicfes se constituyeron en un lugar de encuentro permanente. Los ensayos de música y los juegos propiciaron la conexión emocional. El rap de la sede concentró al grupo durante cierto tiempo. El aula múltiple se constituye en espacio de convergencia de los chicos del colegio.

REORDENANTES Imaginar la sede como utopía con todo lo que requiere y posibilita. Temas musicales. Resultados en el Icfes. Imaginar el aula múltiple como "Taberna delikatesen" (“pa' que los chinos de la Concordia se refinen” Decía Camilo”) Plantear a las rectoras que ellos se encargarían del mantenimiento del mobiliario del colegio. Nueva sala de música que unificó en este sentido las tres jornadas del colegio. Imaginar cómo funcionaría su microempresa. Apropiación de un espacio de encuentro.



[1] Preicfes es una preparación que se hace en Colombia a las pruebas ICFES que son prebas de estado para pasar a la Universidad.

Si desea conocer otras experiencias de Pedagogía del Caos, visite la Serie Pedagogía delCaos

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